La guerra es miedo y ruido.
Sancho percibe esto muy claramente, quizás más que
muchos humanos.
Producto de nuestra visita a
Charleston, South Carolina, en Octubre pasado, me dio por encargar la vieja serie, Norte y
Sur, sobre la guerra de Secesión de los Estados Unidos.
Es una historia cuya premisa
es la amistad y donde el conflicto dramático es que la guerra coloca a los dos entrañables
amigos, en diferentes bandos.
Aunque Hollywood tiende a
distorsionar la historia y así nos advirtieron en las plantaciones, lo bello de
la serie es que, la amistad, el honor, la gallardía, la justicia, el honor, todos los valores humanos en su forma más
pura, encuentran puentes y prevalecen.
Pero a lo que voy. La serie contiene muchas escenas de guerra,
muy reales.
En lo que comienzan los cañones, las balas, las explosiones, el
buen Sancho, echado junto a nosotros mansamente, levanta la cara, mira la
pantalla con expresión de terror, llora, se escabulle y se va.
Para él la guerra es eso,
miedo y ruido. (Meen defiende su
pedigree y dice que es solo “annoyance”, porque Sancho es un “gun dog”, perro
de caza y los escopetazos están en su DNA, pero yo veo antropomórficamente en
sus ojos, que es cobarde)
Cuando pienso en el mundo y
su historia, en las guerras que se han librado y se siguen librando, en las
trincheras o en lugares más complejos, los pequeños infiernos que a veces se generan
en la psique, me provoca hacer como Sancho.
Escabullirme a un rincón lejos del miedo y del ruido.
No es tan fácil.
Disculpen este momento no
tan mágico y un poco “dark”.
Creo que es porque en mi país hay mucho ruido y
miedo actualmente, una guerra sin cañones, por ahora, y me resulta imposible hacer como mi buen
Sancho.
Yo soy venezolana y duele.
Reconforta tanto saber que,
al menos en el cine, por más que Hollywood distorsione la historia:
Los malos tienen un día su merecido.
Lo que
arrasó el fuego, se puede reconstruir
El amor cura todas las heridas.
La justicia
prevalece.
Existe algo que se llama honor, hasta en la guerra
Y sobre todo que la nobleza del espíritu del hombre siempre se impone ante el miedo y el
ruido, ante la adversidad.
Así espero ocurra un día en Venezuela.
Que nunca te abandone el optimismo y la fe en los demás. Y sino siempre nos quedará Hollywood.
ResponderBorrarSaltos y brincos de esperanza
Gracias Ester, optimista como tu, pues siempre es lo que transmites muy grandemente. Gracias por leerme.
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También adoro esa serie. En enero del año pasado, cuando aún estaba en Caracas y a punto de venirme a Canadá, la pasaron por el canal TCM. Creo que son tres partes. Ellos transmitieron sólo dos. Y ahora que te leí voy a ver si en Amazon la consigo completa. Que placer es leerte Leo. Deberías plantearte escribir un libro. Besos.
ResponderBorrarVero, si quieres te la presto cuando la termine ( me faltan unos pocos episodios) a menos que la quieras tener de coleccion. Pero con mucho esta a la orden. Es buenisima y ademas como visitamos donde la filmaron, casi que me siento protagonista jaja. SObre escribir un libro, oh, quisiera yo pero no tengo ni disciplina ni largo aliento. A mi me gusta resolver rapido jaja, pero no dejo de acariciar ese sueno.
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Como bien dices "el amor cura todas las heridas", entonces confiemos en ese sentimiento y que un día todo pueda ser un lugar de paz y de añoranza.
ResponderBorrarUn abrazo.
Amen, Amen, Amen!
BorrarBuenas noches Rafael!
unas historias preciosas en tu blog
ResponderBorrarme quedo por aqui
feliz semana, saludos
Gracias Cora! Bienvenida!
BorrarMe alegra demasiado cuando alguien decide quedarse por estos lados!
Un abrazo!
Yo también espero eso para tu país amiga, el mío está si no igual peor...y duele.
ResponderBorrarLas guerras son parte de la historia humana y la única esperanza es que un día desaparezcan de nuestra cultura ¿sería demasiado soñar eso?...se lograría el valor humano más grande del universo.
Te abrazo Leo!
Leo, pues acepto tu oferta de prestarme la serie. Cuando la termines de ver, coordinamos. Gracias por la confianza!!!!! Un abrazo.
ResponderBorrarCon gusto Vero! escribeme cuando quieras al leonorcanada@gmail.com y me das coordenadas.
BorrarNos faltan como 4 episodios, pero no se que mas iran a poner, porque en el ultimo que vimos pareciera que solo faltaba el letrerito The End, creo que al final la alargaron y ya perdio fuerza.
Vaya, de pequeño me encantaba esa serie que ponían mis padres en casa. Supongo que también me fascinó la solidez de esa amistad.
ResponderBorrarMe gusta el cine bélico, los cañonazos y como buen valenciano la pólvora. Pero no me gusta la guerra, la muerte y las penurias que trae. La pólvora para los fuegos artificiales y las personas a llevarnos bien. ¿Utopia? Si, pero para algo están las utopías y es para que nos marquen el camino a seguir.