viernes, 10 de enero de 2020

EL ASOMBRO




Mi vida es una larga lista de asombros.

Creo que la de casi todo el mundo.

Me asombro cada día ante la belleza.

Ante el Sol de la mañana.

Ante la Luna que parece a veces una gota de aceite en las noches invernales.

Frente al silencio que se instala después del ruido de las fiestas.

Asombro.

Recuerdo con nostalgia otros:

Conocer el rostro del primer hijo.

Del segundo (en mi caso segunda)…

Asombro pleno.

Conocer lugares nuevos.

Esa sensación de ¿Cómo llegué aquí?

Asombroso misterio.

Leer, desde un poema, una novela, la Biblia, y quedarse uno pensando.

Enigmas.

Asombros.

Logros imposibles:

Desde tejer un elefante. Lillie, hasta un trabajo nuevo.

La vida que continúa, a pesar de la tristeza, de las ausencias, de las penas.

Rendirse.

Ante el misterio de la vida, de la muerte, del amor.

Asombro.

Aventuras que comienzan.

Banquete para el alma.

Asombro.

En fin, perdonen el abuso de la palabra asombro.

Hoy me asombro de que en unas horas estaré en el Círculo Polar Ártico, en Noruega, cazando Auroras Boreales.

Asombrarse es siempre un breve, pero incesante resplandor.

Doy gracias por el asombro.