sábado, 29 de septiembre de 2012

TIEMPO DE ESPERANZA



Las idas al supermercado son mi termómetro emocional.  Como que todo se magnifica en esos diez minutos de tránsito solitario. Si estoy triste me cae la pena como un plomo y lloro desconsolada en el carro.  Si estoy contenta,  me reviento cantando a todo pulmón.
 
La decisión de ir a Venezuela a votar el domingo 7 de Octubre, se me presentó como una urgencia incontenible, como de parto, en una ida al automercado. Aclaro, casi siempre, estoy normal y en estado de armonía.

Hoy, en el semáforo, me dio un ataque de esperanza, tan intenso y divino, como si me hubieran dado una bebida energizante para el alma, al momento que sonaba una canción que no escuchaba hacia tiempisimo: Tiempo de Esperanza, de Henry Martinez. ¡Qué coincidencia!

Venezuela, hay un camino!
Es mi magic moment del dia.
( les dejo la letra y  el link, no es canción de Misa, ni nada de eso, es una canción bellísima y poética)

Tiempo de esperanza


¿Dónde estarán mis azules,
pedazos de cielo intenso,
esos que tiñen mis ojos
mestizos de tanto verlo?
¿Dónde están mis amarillos
pedazos de flores vivas,
esos que tiñen la aurora
cuando la noche es vencida?

¿Dónde encontraré los rojos
hilillos de sangre fresca
que vienen sudando gente
desde que la tierra es tierra?
¿Dónde encontraré los verdes
pedazos de árbol profundo
que le robaron al tiempo
montes y mares del mundo?

Tiempo de volverte a ver,
tiempo de esperanza.
Que no se duerma la noche,
caballo de la mañana.
Tiempo de volverte a ver
tocar las ventanas
de cada casa del mundo,
de cada mundo, su casa.


¿Dónde se meten los negros
pedazos de piel golpeada
que se llevaron por dentro
sabor a guerra ganada?
¿Dónde busco los naranjas
rizos de tarde muriendo,
que se derraman a solas
y a solas pintan el viento.

 

martes, 25 de septiembre de 2012

EL GRAN IMPOSTOR


“En la vida hace falta menos gente exitosa…” 

En un mundo obsesionado por el éxito, esta extraña frase, me clavó el anzuelo de este ”magic moment” de hoy.
Y es que me atraen los absurdos radicales, las paradojas, los imposibles, los acertijos. Me encantan por ágiles y escurridizos. A veces, también me gustan las  obviedades, por  tan sabrosamente inútiles.

Pero, rápidamente para  develar el misterio, el “post” continuaba diciendo que, lo que hace falta en el mundo, en lugar de más  gente exitosa,  es más gente buena  (buena de bondad)... y por ahi se iba...

Y en el maremágnum de citas que navegan en Facebook,  generalmente ilustradas con mares y atardeceres, ésta en particular me pareció que tenía gran belleza y por eso la eché en mi red y me puse a pensar.

Recordé a Ruyard Kipling, para quien el triunfo era el gran impostor, y a quien hay que tratar con el mismo desdén que al fracaso. Ruyard Kipling, "success and failure are the same impostors"

Nunca olvido una de las más brutales descripciones del éxito que hizo D.H. Lawrence, en esa deliciosa joya literaria “ El Amante de Lady Chatterly” (alta densidad de sabiduría por centímetro cuadrado de página) . Allí se refiere al éxito como “la perra-diosa” ( the bitch goddess), perseguida por una manada  de “gasping dogs with lolling tongues”. Cualquier semejanza con la vida real…..

En fin, creo que, así como hay tantas interpretaciones de la Biblia como lectores de la misma, pues igual, habrá tantas definiciones de éxito como personas en el mundo. Probablemente cada individuo piense que su definición es superior a la del otro.

Yo no sabría definir el éxito, ni lo intentaré. Se, al menos, que no tiene nada que ver con el dinero, ni la fama, ni el poder adquisitivo.  Como los peces de colores,  el éxito es jabonoso y escurridizo.

Pero para terminar e  ilustrar la frase que me pescó, lo voy a hacer con una anécdota de otro de mis hermanos, el médico. La he utilizado con mis hijos, quienes trabajan arduamente para ser exitosos, sea cual sea su particular definición.

Oswaldo cuenta que, hace muchísimos años,  el primer día de su residencia como médico recién graduado, en los Estados Unidos,  el Jefe de Residentes,  reunió a su grupo de jóvenes pichones de médicos y les preguntó:

-      ¿Que creen ustedes que hace falta para ser un buen  médico, un médico exitoso?

Y los impetuosos alumnos, entre ellos mi hermano, salieron con toda clase de respuestas  complicadas y académicas.  

Cuando los muchachos  terminaron de exponer sus elocuentes y elaboradas propuestas de éxito, el Jefe de los Residentes, un hombre sabio, sin duda, se expresó de esta manera:

-   Para ser  un  buen médico- dijo- lo  más importante es ser un buen hombre.

La verdad, como que es mejor ser bueno, y dejar que el éxito se de por añadidura.

jueves, 20 de septiembre de 2012

MODERADA MODERACION


De los pecados capitales,  mis favoritos son  la gula, la lujuria y la pereza. Sin orden particular.  Me encantaría  practicar los tres, sin culpa ni recato.

Pero no. Vivimos atrapados en el reino de la moderación.

Hace poco leí un artículo en el periódico, muy interesante, sobre lo aburrida que se ha puesto la vida, donde todo tiene una medida, una copa de vino al día (jaja), un cuadrito de chocolate (acto heroico), tantos minutos de ejercicio, otros más de meditación, tantas porciones, onzas, mililitros, gramos, miligramos, calorías. Como si la existencia transcurriese en una  métrica prisión.  

Tanta moderación lo hace a uno sentirse extraño del mundo.

Recuerdo algo que leí por ahí sobre un régimen de dieta y ejercicio, que te hacia perder no sé cuántos kilos a la semana.  Un usuario dijo que lo único que había perdido haciendo ese régimen había sido el deseo de vivir.

Creo que este ``magic moment``, va a ser un  moderado homenaje a los excesos,  aunque suene paradójico. ( Si… reconozco que la consabida frase de`` todo en moderación``, como que funciona, pero qué aburrimiento)  

Me lanzo sin control:

Los sentimientos intensos, no pueden ser moderados,

El deleite sensual, no es moderado.

La voluptuosidad intelectual, de donde surgieron las más agitadas líneas  y versos de la humanidad, acaso son moderadas?

El dolor, que tantas cosas enseña, y a veces hace llorar a gritos… definitivamente, no es moderado.

Lo mismo digo del placer.

Y sobre las cosas más profanas.

Comerse una lata de leche condensada, es una deliciosa falta de moderación.

Mi favorito,  el armchair getaway, o, escape a la silla o  al sofá, homenaje a la pereza. Suena hasta romántico.  

Y si uno no puede honrar a la vida también a través de alguno que otro exceso, pues como que se lo devora a uno el gris de la mesura y la tonta rutina.

En fin,  yo creo que la vida esta hecha para tomarla  en todas sus carnosidades, y con  frecuencia. Si no es así,  entonces concuerdo como el señor de la dieta.

Y en conclusión, no me quejo, porque no soy disciplinada, ni rígida con nada. Me la paso sucumbiendo todo el tiempo. Caso perdido.

Termino con la brillante frase que inspiró este magic moment.

All in moderation… including moderation .

( Todo en moderación… incluyendo la moderación)

 Oscar Wilde

viernes, 14 de septiembre de 2012

RUGIDOS

Calgary es una ciudad plana como una panqueca, al fin y al cabo estamos en las praderas. Sin embargo, yo digo que Calgary tiene su toque de realeza, pues las Rocky Mountains,  coronan la ciudad con una diadema de platino y brillantes, que se pierde de vista, en la curvatura de la Tierra. (Aunque suene cursi)

En esta época del año, todas las mañanas, me fijo a ver si han caído las primeras nieves en las montañas.  

Es un momento tan delicado, que hay que decirlo calladito, como un secreto, porque aun estando lejos, pareciera que uno pudiera perturbar esa serenidad y ese silencio con un soplido. No me quiero perder ese instante místico.

Pero no, nada todavía, la tiara luce opaca y bella en su desnudez.

De allí que, últimamente, en las madrugadas nacaradas, teñidas de rosados y dorados, como por contraste, me ha dado por pensar  en los rugidos.

El rugido es la voz del león.

Y es que creo que, en la vida, uno recibe muchas cosas, con esa fineza de las primeras nieve, ese susurro, ese secreto al oído, casi inaudible pero  poderoso, estremecedor, honesto, transparente, sonoro y contundente, como un rugido, como la voz del león.
En este magic moment de hoy, pues me puse a recoger rugidos.

Son  clamores que  llegan de puntillas, despacio, sin aviso, inesperadamente y tocan y despiertan, con gigantescas consecuencias  e inmensas transformaciones.

Por inconfundibles, se me ocurrieron todos estos rugidos.

El arte es un rugido.
El talento es un rugido.
La bondad es un rugido.
La amistad es un rugido.
La naturaleza es un rugido.
La enfermedad, también es un rugido.
La ciencia que las cura, también es un rugido.
La oración que conforta, es un rugido.
La compañía y la soledad, también rugen.

Pero de todos, el más grande rugido, claro, es el amor.

Una nota tan entrañable  y conmovedora, rotunda y sostenida, que se impone, salvaje, felina, grave, como la voz del león

Mañana, como siempre, muy temprano, me asomaré a la ventana, me fijaré si hay nieve en las montanas, y cuando así sea, cerraré los ojos para escuchar su rugido.

lunes, 10 de septiembre de 2012

IDEAS


 “If you have an apple and I have an apple
and we exchange apples
 then you and I will still each have one apple.
 But if you have an idea
 and I have an idea
 and we exchange these ideas,
then each of us will have two ideas.”
George Bernard Shaw

Utilizo esa frase para terminar mis presentaciones en la oficina y resucitar a la audiencia de la muerte por Power Point. Me encanta la cita y viene al caso. Veamos.

Hace unos minutos, viendo el último set de la final del US Open, le dije a mi esposo, así de repente: I have an idea!

Mi esposo se agarró del asiento y palideció.  Me miró y dijo aterrorizado:

- Oh Dear!

El  tiempo se detuvo en mi sótano, el ambiente se inundó de tensión. Hasta Sancho levantó la cabeza y se me quedó mirando, con expresión perruna de desconcierto.

No se por qué, mi esposo se pone tan nervioso cuando digo que tengo una idea, No es que se me vaya a ocurrir, en edad otoñal tener un hijo, o vender la casa  o  mudarnos de país.  Creo que sus nervios son  porque mis ideas, aunque inofensivas,  implican pintura estridente (ya agoté todas las paredes de la casa y jardín), o dinero.  

El hecho es que, en ese fugaz instante de  respiración suspendida, Sancho con la lengua afuera, mi esposo con los ojos desorbitados,  me quedé pensando…

Entonces se me vinieron a la mente un tumulto de ideas, muy distintas a la inofensiva propuesta que estaba a punto de expresar.

Como si  me hubieran inoculado de semillas ingeniosas, tuve un momento de creación extrema. Colores insospechados se mezclaron en mi paleta, matices insólitos,  fragancias y perfumes embriagadores formaron un halo a mi alrededor. Ideas perfumadas.  Leí una vez que, toda mujer que espera ser besada,  tiene que usar perfume.

Se me ocurrió desbaratar la casa y convertirla en biblioteca gigante. Esto me lo inspiró un Hotel en Zurich que vi en el periódico hace poco. Quiero libros en toda la casa,  de pared a pared, de piso a techo. Los libros me acompañan mucho, estar allí, sin más pretensiones, es su misión, como la de uno en la vida, algunas veces. 

De pronto mi esposo me habló con gesto de resignación:  

- Well Dear, what’s your idea?

Volví a la realidad. Se acabó mi ensoñación y mi casa biblioteca.

<-        No, nada, mi idea es que, pongamos el partido de tenis a grabar, para poder ir arriba a servir el “sundowner” ( trago de cuando se oculta el sol) , y así  no perdernos detalle del juego que está muy interesante.

Hasta Sancho respiró.

Mi esposo salto  del sofá, aliviado,  a buscar los sundowners.

Bueno, adiós a mi sueño de casa biblioteca. Pero que rico es tener ideas, vivirlas, darles forma, sembrarlas, pintarlas, respirarlas...

PD:
Prometí un chiste de abogados (del repertorio de mi fallecido hermano, por supuesto) en la última entrega y que me perdonen todos los abogados que por casualidad me lean:

“Si uno consigue un abogado enterrado en arena hasta el cuello, ¿qué significa?

Que se acabó la arena…..

martes, 4 de septiembre de 2012

BUHO CON AGUACATE


Leí una vez en una valla publicitaria, propaganda de un bufete de abogados “Life is short: Get a divorce”.  Y en verdad, es una frase tragicómicamente cierta, pues divorciarse es muy duro, muy triste y sobre todo muy caro, pero a veces necesario. (entre mi actual esposo y yo llevamos 4, pero ya no más)

Pero no quiero hablar de abogados (aunque me sé  algunos chistes malos, claro), ni del divorcio, y aunque mi intención inicial era escribir sobre si la vida es corta o no, pues decidí que mejor no, porque es meterse en Honduras y yo no llego ni a Nicaragua (así decía mi papa). 

No puedo decidirme si quiero hablar de un búho,  de un aguacate, de la amorosa justicia o sobre la frescura de la vida.

Así que hablarè de todo eso. Seré breve.


Tengo un búho que da la hora, un “conversation piece” que compré en un mercado callejero, por dos centavos.

Los búhos son los dueños de los misterios de la noche.


Dicen que cuando muere un hombre sabio, es como si se quemara una biblioteca.  

Hace poco recibí un ejemplar con las memorias de mi tío obispo; el autor, un padre salesiano muy humilde. Cuando le agradecí, me dijo que él  tan sólo había sido instrumento de un acto de amorosa justica.

Amorosa Justicia. Me sonaron tan lindas esas palabras.


Sobre la frescura, solamente quiero decir cuando se es joven todo se ve fresco, los días, el futuro, la vida, el porvenir. 

He descubierto que cuando pasan los años,  también.


Me olvidaba. El aguacate, no se por qué, he tenido antojos. Para mí el más perfecto y delicado fruto de la naturaleza.  Mi esposo no me creyó cuando le dije que Aguacate en lengua Náhuatl ( si no me equivoco)  significa testículo.


Y bien, como la intención inicial era disertar  sobre si la vida es corta o no.

Mi única reflexión al respecto es, que mi vida comenzó mucho antes de que yo naciera,  habría que hacer la arqueología de una caricia. Solo que antes de nacer, no me acuerdo de nada.

También mi vida  terminará mucho después que me muera, aunque tampoco me acordaré. Quizas la vea desde otro palco.  Como dijo Sartre “la muerte es la continuación de mi vida sin mi” (mi amiga  de la blogosfera, Beatriz , me llevó a recordar a Sartre: gracias)

Búho, aguacate, amorosa justicia, frescura.

La vida es larga.

Misión cumplida, me faltó el chiste de abogados. Lo dejo para otra entrega.