sábado, 29 de enero de 2022

GOLOSINAS CRIOLLAS

 

GOLOSINAS CRIOLLAS


 

“El alfondoque, dulce de lechosa, el alfeñique, carato de maíz, conserva de coco, dulce de toronja, la naiboa sabrosa y el cambur pasao…”

 

Así dice una de mis canciones venezolanas favoritas, las Golosinas Criollas, que canta magistralmente el inigualable Jesús Sevillano.

 

El caso es que, la he cantado hasta el cansancio, con mi cuatro (instrumento típico venezolano) y hoy es que me doy cuenta de que, aparte del dulce de lechosa, la naiboa, conserva de coco y el cambur “pasao”, no conozco esos otros dulces, así que al final les dejo el link de la canción y un glosario de términos.

 

Pero el asunto de las golosinas, palabra que viene de la palabra “goloso”, viene al caso porque hace poco, sentí muy fuerte la sensación de “engolosinarme”. 

 

Ese anhelo intenso de devorar un manjar.

 

Entré a la tienda, y allí estaban, desplegados sobre una mesa.

 

Mis ojos se abrieron como par de huevos fritos, para seguir con las analogías gastronómicas.

 

La boca se me hizo agua.

 

No sabía cuál elegir.

 

Los miré queriendo tocarlos, pero ahora con el covid, no es recomendable.

 

Al final me pude decidir por tres de estas golosinas, algunas ya las había probado, pero la nostalgia pudo más.

 

Pagué y salí de la librería en la gloria, dispuesta a devorar mi recién adquirida ambrosía:

“Poemas de la Noche”, de Rainer María Rilke, “Un Poco más Grande que el Universo entero” de Fernando Pessoa y uno para releer en su idioma original “Canto a mí Mismo” (Song of Myself) de Walt Whitman.

 

Libros.

 

¡Qué mejor golosina!


El prometido link de una de mis canciones favoritas.





Glosario de Términos:

 

Alfondoque:

El alfondoque es un dulce hecho a base de papelón blanco, semillas de anís y jengibre, era conocido como el dulce de los pobres por tener ingredientes básicos y de fácil acceso a toda la población.

 

Alfeñique:

El alfeñique era un dulce propio de Al-Andalus, denominado al-Fanid y era caliente y húmedo y apropiado para la tos, según el tratadista hispano árabe del siglo XV Al-kalam alà l-Agdiya de al-Arbuli. ... Tras cocerse la masa y hacerla viscosa se estiraba y se hacía en forma de dulces alargados. El #Alfeñique se elabora en Venezuela desde tiempos de la colonia.

Naiboa:

Es un alimento dulce que se prepara mediante la unión de dos tortas crujientes de casabe (pan ácimo, delgado y circular hecho de harina de yuca), en medio de las cuales se coloca papelón (alimento confeccionado con el jugo de la caña de azúcar), queso blanco rallado y semillas de anís, posteriormente se hornean para dorarlas. También puede prepararse con una sola torta de casabe y esparcirle los ingredientes por encima.

Carato de maíz:

En Venezuela, el carato es una bebida fría, a base de maíz cocido. Muy tradicional en la región de los llanos y preparada especialmente para la época decembrina.

Lechosa = Papaya

sábado, 8 de enero de 2022

EPIFANÍA Y ALMENDRAS

 


 

Es una de mis palabras favoritas, igual que “diáfano” y “almendra”.


Una epifanía es una revelación.


Por ello, como todos saben, el 6 de Enero, que apenas pasó, es la festividad cristiana que celebra la revelación de que Dios encarnó en Jesús, y nos regocijamos con la visita de los Tres Reyes Magos.


De las palabras más bellas de la Biblia “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…”


Bueno, pero el punto es que después de la euforia de las fiestas, esas donde las nostalgias se agitan y las ausencias se agigantan, si le sumamos a eso las temperaturas árticas que hemos tenido en Calgary durante las últimas semanas, pues la verdad se siente muy fuerte eso que llaman “Winter blues”, una especie de depresión post parto.


Y ahora es que viene al caso mi muy particular “Epifanía”.


Cuando se pierde un gran amor, los recuerdos alegres no alegran. Como dicen, la felicidad recordada no da felicidad. Más bien se siente un gran dolor, físico y tangible, en el pecho, en la garganta, como una espada incandescente.


Mi dolor no ha mermado, mas se ha transformado.


Es mi epifanía.


Por primera vez en los últimos cinco años, cuando siempre los eneros se me presentaban como un vasto desierto de ausencias frente a mí, hoy por primera vez siento…algo diferente.


Una especie de alquimia, donde al final conseguí convertir la nada, en “algo”.


Dice un poeta que “En un alma llena cabe todo y en un alma vacía no cabe nada.” (Antonio Porchia)


¿En qué momento pasé de la ausencia infausta, a la presencia áurea?


Pues no lo sé, pero de pronto…


Pienso, transpiro, hablo, escribo en ésta, mi nueva identidad secreta donde el amor se manifiesta, hasta cuando blasfemo si me doy un golpe en el dedito del pie. 


Es él, en mi dolor, en mi piel.


En mi aliento.


Mi esposo y yo siempre citábamos a Aristóteles y su definición del amor, y nos identificábamos con aquello de que éramos un “alma en dos cuerpos”.


Mi epifanía en estos gélidos días de principio de año, consiste finalmente en comprender que los amores no son sólo recuerdos, son presencia, luminosa y activa.


“Presencia encarnada.”


Mi epifanía.


Diáfana.


Como una almendra.