CAPITULO
6
CHISPITA RECIBE UNA LLAMADA
Chispita necesitaba
con urgencia atender una llamada telefónica.
Pero había, no uno, sino
tres problemas.
El primero era que,
claro, en el bosque encantado no había teléfono, ni él tenía número y por supuesto, tampoco sabía muy bien quién lo iba a llamar.
Con tantos problemas
en su cabeza, Chispita decidió dar un paseo para aclarar la mente.
Tan absorto estaba en
sus cavilaciones, que de pronto, Chispita tropezó con un objeto muy raro.
Chispita lo observó
con detenimiento.
Parecía una especie
de flor blanca muy delicada.
Pero, no tenía hojas,
ni tallo.
Chispita se atrevió a
tocar el objeto, pensando que quizás, era una piedra de forma caprichosa.
Pero tampoco, era muy
suave y delicado para ser piedra.
Con el apetito que tenía
últimamente, pensó que quizás sería una fruta exótica.
Pero al tratar de
morderla, Chispita quedó con dolor de dientes.
Chispita olfateó el extraño
objeto, a ver si detectaba algún olor familiar.
Pero Chispita era aún
muy joven para reconocer el olor del
mar.
Confundido, Chispita recordó
la urgente llamada telefónica que necesitaba
atender, para la cual ya estaba un poco retrasado, así que estuvo a punto de
continuar su camino.
Pero Chispita era muy
curioso, así que como último intento, colocó aquel bizarro objeto sobre su
orejita.
Y Chispita escuchó un
sonido suave, cadencioso y sereno, como el océano.
Escuchó su nombre, Tomás,
y en el laberinto infinito de la Caracola, ese era el nombre de aquella rara flor, resonaban palabras que lo hacían sentir muy
contento. Te queremos mucho, te estamos
esperando….
Chispita reconoció de
inmediato aquella voz.
Era la llamaba que
tanto esperaba, y claro, aquel objeto, la Caracola, era el auricular.
Chispita atendió,
dando saltos de alegría.
En el bosque
encantado se sintió una especie de terremoto.
Desde su corazoncito,
Chispita dijo:
- ¡Hola Papa!
- ¡Hola Papa!
PD: Bueno, ya era tiempo que homenajearamos al papa de Chispita, una persona maravillosa y muy especial que va a ser el mejor papa del mundo!