“If you have an apple and I have an apple
and we exchange apples
then you and I will still each have one apple.
But if you have an idea
and I have an idea
and we exchange these ideas,
then each of us will have two
ideas.”
George Bernard
Shaw
Utilizo esa frase para terminar mis presentaciones en la oficina y resucitar a la audiencia de la muerte por Power Point. Me encanta la cita y viene al caso. Veamos.
Hace unos minutos,
viendo el último set de la final del US Open, le dije a mi esposo, así de
repente: I have an idea!
Mi esposo se
agarró del asiento y palideció. Me
miró y dijo aterrorizado:
- Oh Dear!
El tiempo se detuvo en mi sótano, el
ambiente se inundó de tensión. Hasta Sancho levantó la cabeza y se me quedó
mirando, con expresión perruna de desconcierto.
No se por qué,
mi esposo se pone tan nervioso cuando digo que tengo una idea, No es que se me vaya a
ocurrir, en edad otoñal tener un hijo, o vender la casa o mudarnos de país. Creo que sus nervios son porque mis ideas, aunque inofensivas, implican pintura estridente (ya agoté
todas las paredes de la casa y jardín), o dinero.
El hecho es que,
en ese fugaz instante de
respiración suspendida, Sancho con la lengua afuera, mi esposo con los
ojos desorbitados, me quedé
pensando…
Entonces se me
vinieron a la mente un tumulto de ideas, muy distintas a la inofensiva
propuesta que estaba a punto de expresar.
Como si me hubieran inoculado de semillas
ingeniosas, tuve un momento de creación extrema. Colores insospechados se
mezclaron en mi paleta, matices insólitos, fragancias y perfumes embriagadores formaron un halo a mi
alrededor. Ideas perfumadas. Leí una vez que, toda mujer que espera
ser besada, tiene que usar
perfume.
Se me ocurrió
desbaratar la casa y convertirla en biblioteca gigante. Esto me lo inspiró un
Hotel en Zurich que vi en el periódico hace poco. Quiero libros en toda la casa, de pared a pared, de piso a techo. Los libros
me acompañan mucho, estar allí, sin más pretensiones, es su misión, como la de
uno en la vida, algunas veces.
De pronto mi
esposo me habló con gesto de resignación:
- Well Dear, what’s your idea?
Volví a la
realidad. Se acabó mi ensoñación y mi casa biblioteca.
<- No, nada, mi idea es que,
pongamos el partido de tenis a grabar, para poder ir arriba a servir el
“sundowner” ( trago de cuando se oculta el sol) , y así no perdernos detalle del juego que está
muy interesante.
Hasta Sancho
respiró.
Mi esposo
salto del sofá, aliviado, a buscar los sundowners.
Bueno, adiós a
mi sueño de casa biblioteca. Pero que rico es tener ideas, vivirlas, darles forma, sembrarlas, pintarlas, respirarlas...
PD:
Prometí un
chiste de abogados (del repertorio de mi fallecido hermano, por supuesto) en la
última entrega y que me perdonen todos los abogados que por casualidad me lean:
“Si uno consigue
un abogado enterrado en arena hasta el cuello, ¿qué significa?
Que se acabó la
arena…..
La multiplicación de las ideas querida, trae una sensación de fertilidad...quizá por ello tu marido se alarmó,jajaja.
ResponderBorrar...y todo por un trago, mujer!
Yo deje de tomar desde mis embarazos y me acostumbre, ahora me da la pesadez y simplemente no le hayo el gusto, lastima porque solía pasar buenas veladas.
Saludos.
Asi tambien lo siento Bea, fertilidad, un entusiasmo por la vida... lastima que ya no tomes, me encantaria compartir unos vinos contigo, pero tambien pudiera ser unas buena limonada!!!
BorrarBesote
quise decir que no le "hallo" el gusto ;)}
ResponderBorrarNo conocía la frase de las apples y las ideas, pero es muy buena. Y lo del sundowner es muy curioso (para mí). Me empapo un poquito de vuestras costumbres con cada visita a tu blog.
ResponderBorrarUn besico.
Estimado Joaquin, que grata tu visita. Lo del sundowner lo institucionalizo en la casa mi esposo britanico, y parece ser que en los tiempos de los Marajas, los ingleses se sentaban en la terraza a tomarse un Pink Gin ( ginebra con Amargo de Angostura) a ver caer el sol. Asi que esa misma costumbre la adoptamos aqui en mi casa, pero con gin tonic y vino blanco para mi.
BorrarBesote y gracias por visitarme.
Jajajaja, ¿por qué los maridos siempre palidecen ante ciertas palabras pronunciadas por sus señoras esposas? ¿Cómo reaccionarían entonces si expresáramos todas las ideas que brotan de repente en nuestras cabezas? (me muero por decirle al mío que me gustaría comprar más paredes para colgar mas cuadros, jajaja).
ResponderBorrarUn beso y buen fin de semana!
PD.-No conocía yo lo del "sundowner", pero me parece algo delicioso, un placer para los sentidos.
Oh que buena idea!!! mas paredes, tambien me harian falta jaja
BorrarEl sundowner es muy recomendable, sobre todo ahora que el sol empieza a caer mas y mas temprano...
Que tengas un fin de semana lleno de buenas ideas...
Besote
Pienso que sería bonito esa "casa biblioteca", a mi también me gusta la idea, pero quizás como a ti, es un sueño irrealizable, porque mi felicidad invadiría la de otras personas y restaría la suya y eso sería egoísmo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Jajaja, cierto, para ser feliz uno no puede ser tan feliz, siempre lo he creido asi jajaja
BorrarSaludos estimado Rafael.
jajaja que genial, y gracias por compartir ti idea con nosotros ^^
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