La ardillita
estaba entretenida abriendo una nuez, sin importarle más nada a su alrededor.
Son pequeñitas,
pero increíblemente ágiles y yo diría inteligentes.
En estos
tiempos en los cuales, a veces uno no puede evadir lo que sucede en nuestro
mundo al revés, pues ahí me quedé, terapéuticamente, mirando a la ardilla por
un buen rato.
Volví a casa
dispuesta a trabajar en un poema infantil, una asignación para una revista
inglesa llamada “Caterpillar”; pero claro antes de comenzar, no pude evitar
revisar las noticias del mundo.
Salí espantada,
como siempre.
Necesitaba
“limpiar el paladar” antes de volver a mi tarea poética, así que no sé si por
destino o azar, o el internet que a veces lee nuestros más profundos
pensamientos, me topé con un poema de Ralph Waldo Emerson llamado “La Montaña y
la Ardilla”.
No fue
casualidad que acababa de extasiarme mirando a una ardillita devorando una nuez.
Lo que sucedió a continuación resultó escalofriante.
El poema
comienza con una discusión entre la montaña y la ardilla.
La arrogante
cumbre llamó a la ardilla “Pequeña mojigata” (Little prig, en
inglés)
Y por ahí se
fueron.
La ardillita le
contestó: “Sin duda eres enorme…y creo que no es una vergüenza ocupar mi lugar,
aunque no sea tan grande como tú …”
Como comprenderán,
este hallazgo fue mucho más que una contemporánea coincidencia.
Ralph Waldo
Emerson (1803-1882), poeta norteamericano, nunca imaginó la vigencia de su
poema en estos días.
Me asomé a la
ventana para ver si por ahí estaba la ardillita y darle las gracias por su
tremendo coraje e inspiración.
Claro, ya no
estaba.
El poema, creo
que más bien una visionaria fábula, termina con estas sabias palabras de la
ardilla:
“Los talentos difieren;
todo está bien y sabiamente planteado.
Si no puedo llevar bosques a mis espaldas,
tampoco tú sabes cascar una nuez.”
Ahora sí estoy
lista para sentarme a escribir mi poema infantil, quizás incluya a una ardillita
corriendo por ahí.
Hola Natalia
ResponderBorrarMe recordaste a la fábula que escribí de niño. Las ardillas siempre me parecieron simpáticas.
Un abrazo.