lunes, 25 de marzo de 2013

EUCALIPTUS


Llegué de la oficina de impuestos, con las orejas de burro puestas.

Jamás me había sentido tan obtusa en mi vida.

Son miles de planillas, cuentas, facturas y términos en inglés que mi cerebro se niega a aprender.

Y es que es esa odiosa época del año en que nos visita el “tax man”, ese de quien dicen (y es cierto en estos países),  que no hay escapatoria, como la muerte.

Tax and death, como dicen…

Entonces, recordé la anécdota del señor a quien la muerte vino a buscar. Al final se las dejo.

Llegué a mi casa y prendí una vela de Eucaliptus.

Para descongestionar mi mente y el ambiente.  

Aunque ficticiamente, mi casa se vaporizó con un olor verde, fresco, balsámico.

Esto me recordó que, tan seguro como los impuestos y la muerte, también  llega la primavera.

El único invierno que existe es la desolación, muy distinta a la soledad.

Conté mis primaveras, mis afectos, mis soledades.

Mis bendiciones.

El eucaliptus es bueno para la carraspera, para olvidar los impuestos y a la innombrable también.

Termino con la anécdota que me contó un taxista en Caracas, hace muchos años:

La muerte vino a buscarlo.

Entonces, el hombre aterrado, se escondió dentro de un baúl y le dijo a la esposa que le dijera al señor de la guadaña,  que  él no estaba y que tardaría en regresar.

La muerte, solemne, serena y sin prisa, se sentó sobre el baúl y dijo:

No importa, yo espero.

9 comentarios:

  1. Muy buena la anécdota del taxista, la muerte tiene paciencia, así que es mejor enfrentarse a ella que esconderse.
    Y mientras no llega debemos hacer lo posible por vivir tranquilos y contentos, aunque tengamos que pagar los impuestos. Los problemas de dinero no son problemas.
    Saltos y brincos

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    1. Totalmente de acuerdo!!! Gracias por tu visita que me contenta mucho
      Un abrazo

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  2. Es verdad que para el currante normal, los temas económicos nos atormentan parte de nuestra existencia, pero al fin y al cabo hay que "dar al Cesar lo que es del Cesar", y seguir viviendo disfrutando de las realidades que no cuestan y son impagables, el amor, la amistad, el cariño, un día soleado, un amigo, una sonrisa sincera, eso es lo verdaderamente importante.

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  3. Y la espera puede ser paciente e interminable...
    Un abrazo y feliz día.

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    1. Yo digo como Balzac,... la muerte es segura... olvidemosla...
      Un abrazo y como siempre muy agradecida por tu visita.

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  4. Alguien tendría que decirle al taxista que fue su mujer quien llamó al de la guadaña, jajajaja! Y contra la oficina de impuestos, ya se sabe, eucaliptus, siempre eucaliptus... y mucha paciencia.

    Por fin puedo pasar por tu blog con la conciencia tranquila, jejeje...! Un beso!

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    1. Jajajaja, probablemente...
      Me preparo con emocion para instalarme a leer tu carta. Lo hare vino en mano, en cuestion de media hora.
      Gracias mil, por tu comentario y por tu respuesta que creo que bien valio la pena esperar.

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  5. Genial por esos momentos de meditación, y si, hay cosas de las que no podemos escapar. Pero supongo que lo importante es disfrutar del camino.

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