La palabra paciencia
es de color malva.
(mi esposo dice mauve, que suena más glamoroso)
Aquí estoy, estambre
y agujas en mano.
Decidí cultivar la
virtud de la paciencia, cosa que me hace mucha falta.
Para no parecer tan
abuelita (aún no estoy en la edad del “Ah bueno…” como decía mi mama, al final
les explico), puse música de Pink Floyd a todo volumen y me serví un vino.
Con esta atmósfera, monté
los puntos en mi estambre maravilloso, color mauve
y comencé a tejer mi suéter.
Julio Cortázar en su magistral cuento, “Casa Tomada”, dice
que tejer es el gran pretexto que
encuentran las mujeres para no hacer nada.
Siempre me impactó
esa frase, y quizás por eso, aunque soy pésima, me encanta tejer.
Sin embargo, yo digo
que tejer es uno de los actos más creativos y nobles de la humanidad.
Un ejercicio de la
paciencia, donde cada punto, coherente y pausado, al derecho, al revés, va
creando, un patrón intrincado, texturas
lujuriosas, ricas, sedosas, peludas, que al final completan una historia, un
destino creativo. No existe tal cosa como un error cuando uno teje, si uno se equivoca, encuentra uno su propio arte, como en la vida.
Con todo y este ánimo
tan loable, mi ejercicio de paciencia de
tonos morados, comenzó a dar al traste.
En breve, unos
cuantos “shit” o “mierda”, hicieron que mi esposo dijera:
“Oops things are not going so
well”.
Efectivamente.
Los puntos me
quedaron muy apretados, así que los tuve que desbaratar.
Después, claro, conté
mal y el “moss stitch”, muy fácil pero que requiere algo de atención, me quedó torcido.
Así que a desbaratar
otra vez.
Con las manos engarrotadas,
el hilo de mi paciencia se desvanecía.
Respiré hondo y volví
a empezar.
Al rato, otra vez,
los c#ñ*! y otros improperios, junto a la guitarra Dave Gilmour.
Si tejer es la
historia de un destino, pensé, el mío es
bastante profano.
Desbaraté.
No iba a renunciar a
mi proyecto, mi historia, mi obra, mi
suéter color paciencia.
Persistiré.
Si algún día logro domesticar esa virtud, así mi tejido
quede amorfo y poblado de imperfecciones, será una prenda de vestir noble y llena
de grandeza.
Un suéter color malva
o mauve, que llevaré puesto mientras
viva.
La
explicación prometida:
Mi
mama, pasados los ochenta largos, decía que ella ya estaba en la edad del
“Ah
bueno…” , porque cuando se muriera y
preguntaran:
-¿Qué
edad tenia?
- Ochenta
y siete.
La
gente diría:
-
Ah bueno…
Me falta bastante, pero espero, junto a mi paciente esposo, llegar a esa interesante edad.
Bonito relato de una tarde cualquiera y con ese toque de humor e ironía.
ResponderBorrarUn abrazo en la noche.
Gracias siempre amable y consecuente amigo Rafael!
BorrarFeliz Semana!
Un regalo, como siempre. El " hilo de la paciencia"... Lo busco incesantemente.
ResponderBorrarPor cierto, no sabes cuántas veces he repetido ese cuento de tu mamá tan ingenioso.
Abrazos fuertes.
Si MM, es un clasico esa frase de mi mama! Gracias por tu comentario que siempre aprecio!
BorrarBesote
Mi asignatura pendiente: ¡Aprender a tejer! Con 10 ó 12 años tejía verdaderos horrores para mis muñecas y soñaba con poder mejorar algún día.....pues ese día no llegó. Mi última obra fue una bufanda para no sé qué muñeca que, avergonzada, nunca la quiso lucir, jajaja!
ResponderBorrarMi reto ahora no es tejer, sino contestarte antes del 15, jajaja. Un beso muy fuerte y que disfrutes de una fantástica semana.
Mercedes, yo creia que te habia espantado porque mi ultimo mail estuvo como que heavy, digo como que muy lleno de informacion jaja y largo. Te debo una muestra de mis cuentos de oficina. y si.... a tejer se ha dicho y cero estres, quedamos pendientes.
BorrarBesote
Un bonito relato y me ha encantado la frase de tu madre, me la copio. Yo he tejido mucho, con agujas,y con ganchillo y es muy relajante, se teje sin prisa y con ilusión. Yo digo que paciencia es esperar sin enfadarse. Un abrazo paciente
ResponderBorrarEster me encanta tu definicion de paciencia, muy precisa. Gracias por tu comentario y cuando cites a mi mama, llamala por su nombre, Carmencita, la del AH Bueno.... jajaja Mi mama era muy ingeniosa y si, murio en la edad del Ah Bueno.... pero la recuerdo todos los dias.
BorrarUn abrazo
Estoy de acuerdo contigo Leo, es un acto creativo que requiere paciencia. Yo sé lo básico, apenas para hacer bufandas y empresas chicas, un gorro o un cinturón. Mi paciencia no da para un sueter,jaja.
ResponderBorrarEl bordado también es artístico, he hecho un par de los que estaría orgullosa, pero sólo un par que cuelgan de alguna pared y son recuerdo de un proyecto no abandonado.
Saludos querida.
Yo intente un sueter y me quedo para Frankenstein. Pero con este voy a aplicarme jajaja. Bordar si no puedo, se me rompen las agujas, tengo la mano pesada jaja
BorrarBesote
Ah bueno, pero no hacer nada tambien tiene su merito. Ademas, tejer es un "no hacer nada" donde al final uno termina con algo.
ResponderBorrarYo creo que eres lo mas cool del universo, tejiendo y escuchando Pink Floyd.
Claaroo, no hacer nada tiene muchos meritos, pero como lei una vez, lo malo de no hacer nada es que uno no sabe cuando termina. Besote. Pink Floyd es lo maximo!
BorrarMe gusta la edad del "ah bueno". Ojalá muriéramos jóvenes lo más tarde posible.
ResponderBorrarGracias por tu comentario, a mí tambn me gusta tu blog.
Un abrazo.
Luna Plateada
Gracias Luna!
BorrarAbrazos
Jajaja Que decidida, y que paciencia!! Jaja Y es que a quien más le cuesta es quien más mejora, y tus intentos, acabes o no el suéter demostraron mucha paciencia.
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