Después de que termino de
vestirme y maquillarme para ir a la oficina, cada día, algo en mi permanece desnudo y desabrido.
No importa cuántas capas de
ropa me ponga o cuántos centímetros de friso (maquillaje) me unte.
Por dentro sigue el gris y
el frío.
A esa hora, solo el café me ayuda a persistir, a no insultar a quien se me atraviese y salir a trabajar.
Pero hace pocos días, llegué
a la oficina con un aire barroco y teatral encima ( o debajo) de mi smart casual ( el dressing
code de lunes a jueves, el viernes es sarrapastroso
chic)
Y es que mi ser fantasmagórico
y gris, ese que a duras penas se levanta para ir a la oficina todos los días, se terminó de
vestir gloriosamente en el carro.
Llegué a la oficina trajeada
de ``Canchunchu florido``, cubierta de amaneceres dorados, montañas de plata, vapores
de ríos, lunas colgantes.
Nadie lo notó.
El ambiente de la oficina es
capaz de neutralizarlo todo.
Sin embargo, en mi propio
reflejo proveniente de la computadora, pude ver, aparte de mis ojeras negras,
mis rayas torcidas, mi pelo desordenado, mi rostro cansado…. un guiño, un
misterio, un bronce triste, una nota brillante,
un querer intenso, una canción, una luna delgadita, como una grieta en el cielo, un espejo, un loco, un niño,
un brevísimo relámpago de poesía, un canchunchu.
Mi doblegado ser, vestido de verdades y sin maquillaje, se asomó.
Respiré aliviada.
Todavía estoy aquí.
Nota: "Canchunchu Florido" es una cancion venezolana, que estaba escuchando en mi carro una de estas mananas gloriosas de Febrero. Aqui el link con la letra, se consigue en you tube por Gualberto Ibarreto
http://www.venezuela.ch/cancionero/canchunchuflorido.html
http://www.venezuela.ch/cancionero/canchunchuflorido.html
Bueno, pero lo llevaste contigo y a tu lado y te prestó la esencia de unos minutos.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz jueves.
Asi es Rafael, es que, en estos meses de invierno, me es tan terrible levantarme de noche para ir a la oficina, lo que me reconcilia son esos amaneceres de Febrero que justo aparecen cuando voy en camino.
BorrarUn abrazo
No sabía nada de esa canción, ahora ya se un poco más, y tu despertar y subirte al coche me ha hecho recordar otros tiempos. Besos
ResponderBorrarTambien es un arbol amarillo, como el Araguaney, nuestro. Arbol nacional. En esta epoca come cuesta pararme a trabajar! Besote
BorrarCuando mi ser verdadero se asomaba un sólo segundo por mi extrabajo, mi exjefa solía decirme: "Huy, Mercedes, pero qué mala cara tienes", jajajaja!
ResponderBorrarEstoy a medio escribirte...! No, no te he olvidado... sólo es que soy un poco "cachuncha", jajaja! Un beso muy fuerte y feliz fin de semana!
Querida Cachuncha,en este post se me salieron los winter blues, otra vez. Dios, es que el invierno en este pueblo es largo y yo necesito sacarme la loteria!! ( si solo comprara el ticket) Espero tu respuesta, pero no te preocupes, sentada...
BorrarBesote
Hola Leonor
ResponderBorraryo tambien sufro de los terribles winter blues D: Creo es imposible no sentirnos grises, desabridos y cansados en estos meses de invierno. Venimos de un sitio privilegiado donde las guacamayas vuelan sobre nuestras cabezas , coloridas y escandalosas, donde el cielo es azul y el sol nos acompaña en el dia a dia
Fuerza amiga, por ahi viene la primavera....
Matilde
Hola Matilde, gracias por tu solidaridad y por recordarme esa imagen de las guacamayas, a las cinco de la tarde regresando al Parque del Este de Caracas. La hora de las guacamayas!
BorrarBesote amiga!
Siempre hay indicios de ese ser desnudo. Lo malo es cuando el exterior lo traiciona un poco.
ResponderBorrarSaludos Leonor.
Hola Beatriz,
BorrarSi...el que se asoma a las ventanas sin casas... cuando leo tu blog saludo al tuyo.
Gracias por tu visita!
Está bien conseguir quitarse de encima ese gris aunque sea por momentos, bien por ello.
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