Todos
los días tengo que hacer un viaje tortuoso y agotador.
Un
viaje sin distancia.
Y esto
me hizo recordar una anécdota (disculpen).
Niña
de cinco años:
- Mami, tengo que hacer una “sentence” con la palabra “home” ¿qué “finifica” “home”?
La mama,
(yo hace veinte años) (impaciente ):
-¡Hogar! ¡Cuántas veces te lo he
repetido!, ¿cómo es posible que no sepas que “home” es hogar, hogar, ¿entendiste?,
¡Hogar! ( si ya sé, child abuse)
Al
rato:
- Mami revísame las “sentences”.
La
mama (yo) revisando el cuaderno:
- Oración#
1: Help! Help me! I home! I home!
La
mama (yo) sorprendida:
- Nene, ¿qué clase de oración es esta?. I
home I home! No te dije que “home” es hogar?
- Bueno mami, hogar de “hogarse” (
ahogarse)
(risas)
Mi hija, hoy en día, habla un
precioso inglés, igual que mi hijo.
Pero a veces a todos nos
pasa: vivir en inglés nos agota.
Vivir en inglés es mucho más
que cambiar de idioma.
No es un asunto de palabras,
que ya dominamos.
Es la voz, los gestos, la entonación,
la sonrisa (no sé por qué, mi sonrisa en inglés es bobalicona), hasta mi nombre
es el de otra persona.
Es ausentarse a un lugar
lejano. Todos los días.
Es el viaje sin distancia.
Como si lo sacaran a uno de
su “home”.
Lo más absurdo es que estoy
casada con un británico. Pero en ese caso nada de esto aplica.
El amor es poliglota y la
piel se expresa mejor en el silencio.
Mi esposo británico, insiste
que nuestro inglés criollo es mejor que
el de muchos canadienses.
Por supuesto, como dicen, dos pueblos separados por el mismo idioma. (Ingleses
y norteamericanos, incluido Canadá)
Pero igual nos agota.
Cuando llego a mi casa todas
las tardes.
Llego a mi “home”.
Mi hogar de adentro.
Mi hogar de “hogarse".
Después de veinte años, es
que me estoy dando cuenta de que traducir la palabra “home” no es tan elemental
como parece.
Es una palabra cambiante y
fluida, como el agua. Un lugar donde suceden todas nuestras transformaciones.
Hoy en día mi “home” es mi regreso.
A la sonrisa franca, a la entonación
honesta, al gesto suave, a mi nombre castizo. A mis amores, mi silla, mi periódico, mi vino, mis espíritus, mis
nostalgias, al español, a mi perro.
Home de hogar . “Hogarse” de Hogar. Hogar de “hogarse”.
Que más da. Yo solo quiero
descansar.
Bonita escena y bien narrada de esas horas familiaras tan íntimas y frecuentes.
ResponderBorrarUn abrazo.
No me puedo escapar de mis anecdotas, como hago? a veces quisiera porque me temo que aburro a los lectores, pero como dicen los mexicanos... ni modo..jajaja
BorrarAbrazos de viernes
Curiosa entrada, se nota que cuando llegas a tu home te sientes feliz y segura. Saltos y brincos
ResponderBorrarHola Ester, gracias por siempre tener un momento para comentarme. Quisiera poder hacer lo mismo, pero siempre disfruto tus ocurrencias. EN la casa siempre conversamos lo dificil que es comunicarse, en este pais, pero no asunto del idioma, que ya dominamos, es mas alla. Me quedo un poco largo este post, voy a recortar!
BorrarBesote
Me dio mucha risa la anécdota de "hogarse" y me conmoviste muchísimo con tu reflexión posterior. Refleja lo que siento yo, que también vivo en el exterior, aunque sea en un país que hable el mismo idioma (como a tu esposo británico viviendo en Canadá). Aunque el agotamiento es mayor si la diferencia cultural es mayor, claro está (en Chile me agotaba mucho más que en Panamá). Precisamente esta mañana pensaba que aunque "viva" en un sitio, ese vivir es en realidad un viaje, si se ve desde una perspectiva más amplia. Este post te quedó espectacular, gracias ; ).
ResponderBorrarMichelle que bueno verte por aqui por mi blog. Si, eso que tu dices es exactamente lo que intentaba transmitir, es mucho mas que el idioma o las palabras, es un constante viaje afuera de uno mismo y sin moverse.
BorrarBesote y ya he visto algunas de tus vivencias panamenas, al menos estas mas cerquita de Caracas!
Espero que hoy, cuando llegues a home, te este esperando tu silla preferida, y el vino este alli cerquita, y Sancho te olisquee y sacuda su cola al verte.
ResponderBorrarMi humor se va en ingles, no se traducir los chistecitos que en espannol se me hacen faciles. Y mi nombre es otro en ingles. Maria. En mi vida en espannol jamas fui "Maria". En fin, cositas que me pasan como a ti.
Besos, feliz fin de semana.
El sentido del humor, es lo mas dificil, el viaje mas largo, a veces inalcanzable. Como lei por ahi, la distancia mas corta entre dos personas es el sentido del humor, pues el humor canadiense, I don't get it, asi como ellos el nuestro tampoco.
BorrarBesote Maria
Leonor, como te entiendo.. Home esta en el corazon... sera?
ResponderBorrarLaura que linda que lees me blog, y por sentirte identificada. Gracias! si yo tambien creo,en el corazon,, lo mas seguro.
BorrarBesote
Leo, que maravilla de post. Como siempre, lo disfruté a morir. Te digo que yo la escogí bien complicada con relación a lo del idioma. En Montreal tengo agotamiento inglés y agotamiento francés... aunque este último es como más benevolente. En fin, siento frustración. Creo que medio hablo inglés y que medio hablo francés. Uno corre en dirección contraria al otro y mi cerebro no se habitúa a intercalarlos...me da como un corto circuito. Bah! Ni modo ...
ResponderBorrarHola Vero, si creo que el frances esta como que mas cerca de uno, aunque uno no lo entienda jajaja como dices es mas benevolente! Que rico es comunicarse en el idioma de uno es como una abrazo.
BorrarEl que te envio!
Hola, genial pasar por tu blog, es bien interesante, un gusto estar aquí, te invito cordialmente a visitar el Blog de Boris Estebitan y leer un poema cómico mío titulado “El baile de Snoopy”
ResponderBorrarHola Boris, acepto tu invitacion con mucho gusto, ya te comentare. Gracias por tu amable visita
BorrarUn abrazo ( me encanta Snoopy jaja)
jaja Que gracioso el “I home!” jajaja
ResponderBorrarEl amor es poliglota y la piel se expresa mejor en el silencio.
Oh, como se diría en inglés It’s beautiful... Bueno, mejor no me arriesgo más terminología inglesa, pero si, y es genial tener con quien usar el lenguaje de la piel.