Mi
pobre hijo Santiago pasó toda su infancia con un solo disfraz de Halloween (costumbre importada y nada
venezolana, pero que celebraban en su colegio), el cual consistía en una capa
ropa, que salió de una gaveta polvorienta de casa de la abuela (en las casas de
las abuelas se consigue de todo), unos colmillos de plástico, un poco de
maquillaje blanco para que se viera pálido y gomina con la carrera por el medio.
El
resultado era el aterrador mini Conde Drácula.
Cuando
le preguntaban a Santiago, el niño más dulce del mundo, el príncipe, como lo
llamaba mi papa; mi Pequeño Príncipe de Pestañas Largas (una historia que le escribí
cuando tenía dos años y veré si rescato); bien, cuando le preguntaban, de qué era su disfraz (así de poco obvio era,
por lo improvisado), él respondía orgulloso: de Rácula.
Este
disfraz se repetía año tras año, desde pre kínder hasta quien sabe que grado.
Hubo
una excepción, y fue una Noche de Brujas
en que, la capa roja desapareció (o la desaparecieron) y a ultima hora le pinté
a mano un esqueleto, sobre un leotard o mono (como decimos en
Venezuela) negro. Aquel era un esqueleto muy desarticulado y chistoso, como si bailara un mambo, que
contrastaba con los disfraces costosos de sus compañeros. En esos tiempos, la
austeridad era la regla.
MI
hija, que era una bochinchera impenitente, siempre conseguía una ``chiva``,
como decimos nosotros, es decir un disfraz prestado de alguna de sus primitas.
Siempre
recuerdo, en su primer examen de aquellos tiernos años, cuando la busqué al colegio, se
dio esta conversación:
- Hola
Nene, cómo te fue en el examen..
- Bien…
pero, mami, que es lo que se celebra el 12 de Octubre.
- El día
de la Raza – dije impaciente porque esta lección ya la habíamos aprendido hacia
pocos días.
- Aaaay…
yo puse Halloween.
Risas!
Las
mismas que una vez me atacaron cuando, ante los malos resultados en la boleta,
su papa indignado le preguntó qué haría para mejorar las notas y ella dijo
tranquilamente:
- Copiarme…
Mis
hijos me sobrevivieron a mí como mama,
no sé como lo logramos, pues pasamos las duras y las maduras, pero fuimos y
seguimos siendo un gran equipo. Incluyo
a Magaly, (la nanny), compañera de todas mis batallas, otra guerrera más, hoy
en día con sus dos bellezas de hijos.
En
estos días previos a la Noche de Brujas, mi momento mágico es recordar estas pequeñas
anécdotas.
Santiago,
mi pequeño Conde Rácula de pestañas largas y mi hija, La Nene, más astuta que Tío
Conejo.
Como no tengo fotos de Halloween de ellos, no sé en cual de mis mudanzas las habré dejado en tiempos sin cámaras digitales, les regalo esta.
Tiernos recuerdos de esa fecha tan importante y preciosa foto de tus niños Natalia.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz lunes.
Muchas gracias Rafael, me honra siempre con su visita a mi blog.
BorrarSi los viera ahora (de 24 y 26) pero bellos igual. (crecen rapido)
Un abrazo
Hermosa la foto, gracias por compartirla!
ResponderBorrarMis hijos son tambien mis magicos momentos, muchas veces solo los unicos. Son hermosos!
Aaaah, eso me sono un poco triste! Un abrazote para ti y tus magicos momentos inmensos y bellos.
BorrarOH MY GOD!!! Natalia pero que belleza de ninnos, por favor!!!
ResponderBorrarHalloween es lo maximo, todo es tan tonto! Este anno MB es un ladron y DB un policia.
Gracias mc, si eran unas cuchuritas, y lo siguen siendp,gracias a DIos,
BorrarBesote (rico que estuviste en Montreal, para mi fue amor a primera vista)
Jajaja !! Qué post tan bueno y tan cómico !
ResponderBorrarGracias Michelle, tu estas viviendo esa etapa de tu vida en pleno desarrollo con tus chiquillos que son tan comicos tambien.
BorrarBesote
Unos hijos guapísimos y unos recuerdos para dejarlos bien anotados y no olvidarlos.
ResponderBorrarUn besico.
Gracias Joaquin, cierto hoy dia nos reimos mucho recordando.
BorrarUn gran abrazo , gracias por la visita
Que monos ^^ Tu hija hace una cara de buenaza... (de ser buena persona) Y él te tener las cosas claras :)
ResponderBorrar