miércoles, 2 de octubre de 2024

LA PICADURA

 


A veces es elusiva y mientras más me afano en encontrarla, más se me escurre.

Me ronda, se acerca, se espanta y se va.

Sí, es la inspiración.

Como cada semana, la busco incansablemente, cuando voy de paseo, en el automercado, mirando por la ventana, la de mi casa y la de las almas de las personas que me encuentro en la calle.

A veces llega con una frase leída hace poco (“Mi soledad sin descanso” García Lorca), o quizás con alguna cita vieja.

El hecho es que esta semana, me pareció que mi inspiración estaba más escurridiza que nunca, así que, respiré hondo y me eché a caminar.

Esta vez me cuidé de no usar perfume y ponerme camisa manga larga, pues las avispas están alborotadas esta temporada, quizá por las temperaturas inusualmente altas para esta época del año y una picadura de avispa puede resultar, sino mortal, al menos dolorosa.

No era por falta de maravillas que nada me conmovía pues en el camino se me cruzaron un faisán y dos pelícanos, sumados a la belleza del otoño, ese que pinta de oro el paisaje.

Pero ya mi repertorio en ese sentido creo está agotado.

Así que decidí internarme por una senda diferente.

Y ahí fue cuando sucedió.

Un enjambre de avispas me rodeó.

Eran gordas y vestían traje a rayas. Se diferencian de las abejas porque estas últimas son más amarillas, más gorditas y peludas, por lo de la polinización.

Estas avispas eran agresivas.

Las intenté espantar con las manos, con mi sombrero.

Corrí desesperada. Pero ya era tarde.

Sentí la picadura punzante, como un clavo ardiente, en toda mi cara.

Un calor intenso recorrió mi piel, pude sentir la potencia del veneno recorriendo furiosamente mi cuerpo.

Tiendo a ser muy alérgica, así que corrí a mi casa.

 Al llegar, revisé mi cara, mis brazos, a ver si veía señales de la picadura, pero nada.

Me serví un vaso de agua y corrí a mi computadora con una urgencia.

La de escribir estas líneas.

La picadura de la inspiración también puede ser letal.

Puede matar de deseo, de belleza o de dolor, da igual.

4 comentarios:

  1. Hay picaduras y picaduras. Algunas dejan marca física, otras en nuestro ser.
    Por muchas inspiración más. Un abrazo muy grande.

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