Todas las mañanas me emborracho.
Pero no con alcohol.
(en la noche ya es otro cantar)
Me emborracho con los
colores del amanecer, con los árboles
que lloran hojitas amarillas; con los vapores del río que, en esta época del año
se vuelve vidrio y con las gaviotas que pasan por mi
ventana (si, en Calgary hay gaviotas extraviadas, creo que recuerdan que,
Alberta, antiguamente, era un mar)
Una feliz embriaguez
que me da la ensoñación necesaria para empezar el día.
∞
Una entrañable amiga,
en un reciente viaje, me recordó una frase que le dije hace años, en una etapa muy
plácida de mi existencia; esas pequeñas treguas que la vida me ha concedido, y
que claro, no duran.
En aquel entonces mis
días navegaban en una balsa de bambú, donde sólo se escuchaba el ruido de los
remos cortando el agua.
- ¿Cómo
estás? – me preguntó mi amiga B.
- Si
estuviera más relajada me convertiría en fluido – le contesté.
(risas) (¡qué tiempos aquellos!)
Hoy en día no podría contestar
eso.
De fluido, he pasado
a ser más bien gelatina (mi hija diría que por la falta de gimnasio y tiene razón)
Un estado
consistente, con suficiente tensión capilar como para no desparramarme; pero
tampoco tan rígido como para andar por la vida con el alma almidonada.
La extrema fluidez lo satura
a uno de descanso.
La extrema rigidez es sólo
buena para una cosa (y eso me recordó una caricatura que intentaré describirles
al final)
Ayer fui al mercado, y compré
gelatina de varios sabores y colores.
Y me quedé mirando sus
jardines colgantes de luz danzarina.
La gelatina baila.
Y hay algo de infancia,
festiva y colorida, atrapada en ella.
A veces extraño ser fluido,
pero ahora que la vida cuajó, es tiempo de gelatina.
Fotografía cortesía de Leo Pérez ( mi hija) |
Mi personal
toque de humor, disculpen:
La
viejita ante la urna de su esposo piensa:
“Al
fin rígido”
Bonito ensayo el de la gelatina y brillante final con ese toque de humor de la viejita.
ResponderBorrarUn abrazo.
Jaja gracias Rafael, espero que no haya sido de mal gusto, a mi me parece muy gracioso!!!
BorrarUn abrazote!!
Hola Amiga Natalia!
ResponderBorrarEstupendos versos (para mi es lo que son). Es bueno encontrar el estado adecuado. Ya me encantaría esta semana próxima ser gelatina! (se avecina un poco de estress) Quizás el viernes próximo que tengo viajecito ^^ Picante tu chiste final, me reí :) Un gran abrazo!
Hola Roland!, cuando leí lo de "versos", pensé, Roland se confundió, (disculpa soy lenta) pero cuando lo entendí, realmente te agradezco el cumplido. Que mis sencillas historias te parezcan versos, son palabras mayores. Me encanta hacerte reír, no se, y me gusta ponerle un poco de humor a todo lo que hago, como para no tomarse las cosas tan seriamente jaja, y si acaso lo que escribo es malo, pues al menos consigo una sonrisa
Borrar. Espero salgas airoso de tu situación de estrés y que tengas buen viaje y pronto regreso. No te me pierdas! Un abrazote!
Aunque en el punto medio está la virtud , según dicen, esa gelatina es muy sabrosona porque va y viene, se escurre de las manos y de la boca ...mmmmmmmmmmm????????, y ahí, querida Natalia, pon a trabajar la imaginación a donde llegue. Seguro que uno se contagia de algo bello y caliente.
ResponderBorrarY para sabroso, lo de la viejita y la urna. Me ncantó.
Abrazos, Natalia
Fina
Hola Fina!! me encantó tu comentario, lleno de picardía jaja!!! Te haré caso y pondré a trabajar la imaginación. Por ahora tengo la nevera full de gelatina!!! linda, colorida, vibrante y sabrosona, como tu dices ( me encanta realmente el tono de tu comentario) Gracias por estar.
BorrarUn abrazote!
Gracioso final lleno de intención. Los remansos de aguas tranquilas suelen ser escasos en nuestras vidas, mas fácil es encontrarte con rápidos y turbulencias.
ResponderBorrarHola Marcos si jajaja, lleno de intención! Y tienes razón, los remansos son los menos!
BorrarUn fuerte abrazo!
Genial: como siempre, con sentido del humor: del bueno, alegre y contagioso. Llego un poco tarde ando descontrolada. Saltos y brincos
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