“Los obstáculos en la
vida son la vida”.
Encontré esta frase
escrita en un viejo cuaderno y me pareció un tema interesante para reflexionar
y elaborar a profundidad.
Pero antes, les contaré
una pequeño momento bochornoso que me sucedió hace apenas unas horas. (tan insólito
como el pellizco en la barriga de hace unos meses, que algún día exorcizaré)
Hoy fui a eso que llaman en la oficina, un “Offsite”;
una especie de taller de trabajo, “team
building”, donde se pasa uno el día hablando paja, paja y más paja.
Antes del almuerzo,
por alguna razón que desconozco, me empujaron a la tarima en una actividad
denominada : “Talk Show”.
Una especie de panel, con un entrevistador, frente a todo
el auditorio.
Me pusieron un micrófono
en la mano.
El entrevistador me preguntó
algo y como no le entendí muy bien, empecé a contestar, realmente, lo que me dio
la gana.
Aquí en este país, nadie
presta suficiente atención, así que pensé: qué más da…(que conste que no lo
digo yo sino Margaret Atwood, reputada escritora canadiense; ella dice que no
es que los canadienses sean tan tolerantes, es que simplemente no prestan atención)
Pero el entrevistador
incisivo (Quebecois por cierto), dijo:
-No,
no, no - contesta la pregunta.
Ya ni me acordaba de
la pregunta.
Me quedé lo que se
llama: en blanco.
Se hizo un silencio corporativo, eterno.
Yo, la arrogante. (
la seguridad en sí misma nunca viene sin arrogancia)
Yo la “interruptona”
( y siempre digo que no es que yo interrumpa sino que los demás no dejan de
hablar mientras yo estoy interrumpiendo)
Yo la del irritante hábito
de querer quedarme siempre con la última palabra.
Yo la que “me las sé
todas”.
Ahí me quedé, impotente, vulnerable, humillada, en un
silencio embarazoso que duró milenios, delante de una cincuentena de colegas y compañeros
de trabajo.
Entonces, después de
esa larga pausa en que se escucharon los grillos, hice lo único que sé hacer
con un micrófono en la mano.
Como si estuviera
frente a la maestra de primer grado, dije:
-
Can
I sing a song?
Y arranqué a cantar.
Me fui con la primera estrofa de “Moliendo Café”.
...Cuando la tarde languidece renace en la sombra…
Acto seguido, contesté la pregunta, o más bien lo que me
dio la gana.
Pero ya a nadie le importó.
Fue un momento bochornoso, pero salí del
escollo con cierta dignidad y musicalmente.
Como dije al principio:
Los obstáculos en la vida, son la vida.
Este es un insignificante ejemplo.
Otro día haré una reflexión más profunda
sobre el tema.
Aquí les dejo la canción venezolana.
(letra de Hugo Blanco interpretada por José Luis Rodriguez)
http://www.youtube.com/watch?v=8H-MjfHraEE
.....Amiga mía, creo que sólo puedo exclamar: "Oh, my God!".
ResponderBorrarYa sabes lo que pienso de esas mamarrachadas sobre el "team building" y demás, de modo que quedarse en blanco, luego cantar y contestar o no contestar finalmente a la pregunta es una de las mejores cosas que pudiste hacer...La otra era abrir la puerta y marcharte muy dignamente y tan fresca.
¡Felicidades por tu reacción! ¿Sabes? Ahora esta canción quedará eternamente unida a ti en mi cabezota, y eso está muy bien. Un besomuy fuerte!
PD.-Hasta hoy los québécois me caían bien por aquello de hablar francés...
Querida Mercedes, gracias por tu apoyo moral. Mamarrachada es una muy buena definición o descripción de estos eventos. Se bien que estamos alineadas en el tema jaja, después de leer tu Se tu mismo.... que hubiera pensado tu guru empresarial? jajajaja
BorrarUna abrazote, y gracias por estar ahí.
Nataliaaaa
ResponderBorrarAún recuerdo la primera vez que me pasó algo parecido. Tendría 15 o 16 años, y me quedé en blanco haciendo un pequeño teatrillo delante de chicas y chicos de mi edad… Pero volvamos a ti y a tu vital entrada. Vital de vida, porque son esas cosas las que nos recuerdan que somos humanos. Le diste una buena salida con la canción :) A todo esto, tu empresa hace cosas muy raras :P jajaja
¡Un abrazo!
Roland...:)))
BorrarSabes lo que se siente en esos trances jajaj. Me lleno de orgullo y satisfacción cuando describes mi impromptu bochornoso como "vital entrada". Que manera tan elegante de llamarlo. Así mismo me lo tomaré. Y si las empresas hacen estas cosas raras, ayer también una actividad era remar. Hoy aparte de que me duele el orgullo, también me duele el hombro.
Un abrazo vital!
Leo, tenemos mucho de que hablar cuando nos veamos, definitivamente...
ResponderBorrarEso sin duda MM! Ya falta poco! No me extiendo para guardar tema.
BorrarUn abrazote
Al hilo de esa frase sabia: "los obstáculos en la vida son la vida", me pongo a reflexionar, igual que tú lo has hecho y pienso, para empezar, que, como humanos, somos vulnerables, imperfectos, pero esa vulnerabilidad y esa imperfección nos engrandece aunque parezca contradictorio, porque los obstáculos del camino son como los libros, nos enseñan a superarnos y nos fortalecen.
ResponderBorrarDivertida tu anécdota, excelente tu reacción. Vamos, que ante los imprevistos una buena dosis de humor siempre puede sacarnos del atolladero.
Me has dejado con una sonrisa en la boca, y eso ya vale un potosí.
Besos, Natalia
Fina
Hola Fina, gracias por tu largo comentario. Ciertamente, la vida es una carrera de obstáculos! y uno se va estrellando con algunos pero algo se aprende.
BorrarGracias por darme animo, hoy casi que regrese a la oficina con una bolsa de papel en la cabeza jajaja!
Tenia tiempo no escuchaba esa expresión de ... vale un Potosi... y me encanta.
Un gran abrazo
Un placer siempre tomar el te con esas lindas tazas que tienes!
ResponderBorrarBesote
emocionante moler de café! el ejemplo es perfecto.
ResponderBorraryo no habría podido cantar en publico!!...hasta la voz se me apaga en esos casos.
te admiro Leo.
Saludos.
Cantar si no me da pena jajaja, pero quedarme en blanco en publico es horrible.
BorrarAl menos creo que sonó bonito jajaja
Un abrazote apreciada Bea