Los fines de semana disfruto
el despertar.
Con la luz dorada que se
filtra por las cortinas.
El rumor acompasado de la respiración
de mi bienamado.
Nuestras tibiezas cercanas,
que se rozan entre el sueño y la vigilia.
El instante divino en que,
en medio del éter, me acuerdo que es sábado, o domingo, y me hundo y me ahogo en un mar de sábanas.
La cola alegre de Sancho que
suena como un tambor al más leve movimiento.
No hay nada más alegre en el
mundo que la cola de Sancho.
El fin de semana, es un espacio
de tiempo lleno de encanto y cotidianidad.
Un café sin prisa.
Un desayuno copioso.
Movernos dentro la casa, como peces entre corales y
algas, flotando en el tiempo libre.
Y así pasan las horas.
Redondas de momentos llenos
de familiaridad compartida.
Un vino aquí, una siesta allá, un poco de televisión, una conversación, un silencio, un libro, una receta inventada, un paseo cuando todavía no hace demasiado frio, la presencia amada.
El fin de semana es una renovación perenne.
Cuando llega, un principio.
Cuando se acaba, un deseo
Los fines de semana son un canto a la vida.
Así de simple.
Leer un lunes por la mañana esta entrada tuya, que no es ni más ni menos que la esencia más bella del fin de semana perfecto, me ha dado el "estimulito" necesario para afrontar la semana.
ResponderBorrar...Y del cuadro, ya ni te digo...Es un retazo de felicidad, un instante hermoso hecho pintura... ¡Venezolano-catalán tenía que ser el artista, claro, jajaja!
A la espera del próximo fin de semana, que disfrutes también de tu lunes, tu martes, tu miércoles...¡Un abrazo lleno de optimismo!
Buenos días Mercedes! (para mi noche todavía)
BorrarMe pregunto que haces levantada a esta ahora cuando en España serán como las cinco de la mañana(:?) Pero tu comentario para mi ha sido también el "estimulito" que necesitaba también para salir al combate de esta semana ( si la oficina para mi es un combate) Intentaré disfrutar los días uno por uno, hasta que llegue el Viernes.
Sobre el cuadro, Roberto, un tío, inolvidable, nació en Cataluña, murió hace unos cuatro años, de casi noventa años, vivió la Guerra Civil; tuvo una esposa maravillosa, Mimí, serena dama caraqueña de ojos violeta; también vivió una tragedia muy grande en su vida, la pérdida de su único hijo cuando apenas tenia veinte y tantos años. En fin, me gusta contarte sobre Roberto porque nació en tu tierra, y era un hombre brillante y de gran bondad. Nunca perdió su acento español, pero amaba Venezuela. Hace poco, cuando nos mudamos a la nueva casa y colgué su cuadro en lugar de honor, le hablé como si lo tuviera al lado. Cuando vi su Canto a la Vida, le dije... Ay, Roberto... y me estremecí.
Un abrazote Mercedes!
Así me gustan a mi los fines de semana, de hecho el domingo le doy descanso hasta al blog, ni publico ni os leo. Me gusta estar en casa, aunque no siempre se puede, y dar vueltas para colocar un cojín o arreglar una maceta, disfrutar del tiempo casero. Espero que tu semana laboral sea llevadera y que seas feliz. Un abrazo.
ResponderBorrarEl cuadro me ha encantado por el color y por ella medio vuelta para contarnos esa nueva vida
Hola Ester, creo que tus fines de semana se parecen a los míos, aunque yo si leo los blogs. Ahora que lo pienso, hubo un momento en mi vida en que no me gustaban, no me hallaba en el tiempo libre, estaba sola, mis hijos se iban con su papa, mas bien me aterrorizaban. Todo va cambiando. Ahora son mi oasis.
BorrarUn abrazote
Genial, Natalia.
ResponderBorrarPequeños detalles que dan la vida. No tengo duda que es en esos detalles en los que se encuentra la felicidad. Curiosamente ayer escribí un poema al respecto de la felicidad ^^
Está bien disfrutar del fin de semana de ese modo, espero que entre semana si no es tanto, que también sea bueno.
Un abrazo.
Gracias Roland. Me imagino que hay que inventarse algo para disfrutar igualmente todos los otros días, pero la verdad, la oficina me exprime, aunque últimamente he estado menos estresada. Ojala dure!!
BorrarUn abrazote, gracias por estar ahí!
Feliz semana
Pues esa vida familiar y entrañable es un signo de cariño y sensibilidad que siempre se añora y desea.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz comienzo de semana.
Hola Rafael, mi vida familiar es tan limitada ahora, que será por eso que la disfruto tanto. Vengo de familia grande, donde siempre había alboroto, tertulia, alegría, fiesta. Hora, la vida es apacible, vida de trabajo y compartir en la casa y la naturaleza. Extrano un poco la anterior, pero ahora me bien la que tengo.
BorrarUn abrazo grande
Natalia, nos contagias con tu sensibilidad, por lo menos a mí, no te conozco y te siento cercana. Tus letras me llegan siempre como una llovizna suave que se agradece.
ResponderBorrarUn beso, Natalia
Fina
Hola Fina
BorrarTu comentario es todo un poema. Gracias! Me alegra poder compartir contigo esa cercanía. Es lo que mas me gusta de escribir este blog, poder recibir ese cariño raro de personas que no conozco y sin embargo me dan tanto.
Un abrazo cercano