domingo, 15 de septiembre de 2013

JOE


Esta mañana, mi esposo (ateo) y yo, salimos de la casa con una misión.

Desenterrar a Joe.

Es una historia mágica.

Intentaré un resumen ejecutivo.

Nuestra casa vieja se vendió (en 21 días), con lo cual salimos parcialmente del hoyo financiero.

Y todo gracias a San José. Mi esposo (ateo), lo llama cariñosamente Joe,

San José es el patrón de la casa (también el Santo de la buena muerte)

En mi familia es muy querido (por parte de papa, todos llevan el nombre José en alguna parte, también mi hijo)

Resumiendo: cuenta la tradición católico-cristiana que si uno quiere vender una propiedad, uno tiene que enterrar a San José, boca abajo y viendo hacia la casa y pedir el favor (también hay que rezar una novena, de esto me enteré tardíamente, pero intentaré cumplirlo).

El fin de semana pasado,  encomendé a  mi esposo (ateo), con la misión de enterrar a San José en la casa vieja.

A ver si se aceleraba la venta.

Como no tenía estatua, le di una estampita (que siempre he tenido junto a  la foto de mi papa)

Mi esposo (ateo) enterró al Santo, siguiendo todas mis indicaciones.

Sobre todo le dije que le rezara.

Mi esposo (ateo) me cuenta que le dijo:

“Common Joe, give it your best shot.”

Esa misma noche del sábado  nos hicieron una oferta por la casa.

Y la aceptamos.

Ayer se consolidó la venta.

Celebramos en grande, con mis imprescindibles amigos (uno de los cuales cumplía años)

Esta mañana, un poquito “enratonados” (así se dice en Venezuela lo que se siente después de una noche de copas), fuimos a desenterrar a San José.

La tradición dice que una vez concedido el favor, hay que desenterrar al Santo y colocarlo en la nueva casa en sitial de honor.

Le pregunté a mi esposo si se acordaba donde había puesto a Joe.

No hacía falta acordarse. Sigan leyendo.

Cuando llegamos, vi con tristeza que la jardinera estaba muerta (claro muchos días sin regarla)

Con una sola excepción.

Justo en el lugar donde mi esposo enterró a Joe,  persistía, graciosa, modesta y gentil, una sobreviviente rosa roja.

Agradecí a San José desde el fondo de mi corazón.

Y  pensar que todavía hay gente que no cree en los milagros…
 
 

PD: Mi esposo es ateo, pero cree que todo en la vida es un milagro.

17 comentarios:

  1. Los milagros no existen, pero haberlos ailos, que dirian los gallegos.
    Llevo dos años queriendo vender mi piso, viy a seguir tus pasos, aunque me gustaría conocer el texto de la novena. Bss

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Marcos, esta noche con tiempo te la escribo. Como dicen también por ahí,,, de que vuelan vuelan...
      Un abrazote

      Borrar
    2. Marcos, no he podido cumplir mi palabra de escribirte el texto de la novena ( tampoco he podido rezarla como Dios manda, solo las poquitas oraciones que me se), pues el que sale en mi estampita es tan mínimo que casi no puedo leerlo. Busque en google y salen tantas, que en verdad no se cual es. Decidi rezarle como me salga. Un abrazo

      Borrar
  2. ¡Hola Natalia!

    Esta entrada no es para mi jaja Soy escéptico, pero bueno, que se le va a hacer. De todos modos resultó agradable leerte y me alegro de que mejore tu situación financiera. El caso es que yo también tengo una cosa que vender… Y estoy por intentar lo que hiciste jajaja Jummm ya veremos.

    ¡Un abrazo!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hombre de poca fe! jajaja Intentalo! Gracias por tener la paciencia de leerme aunque seas escéptico. Es como dice Marcos ... de haberlos ailos...
      Un abrazote!

      Borrar
  3. Me ha gustado tu entrada, no soy atea, pero pienso como tu marido, la vida es un milagro. Abrazos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Ester, gracias por tu comentario. Si, por ahí leí una vez que hay dos clases de personas, los que no creen en los milagros y los que creen que todo es un milagro. Me alegro también de contarme entre estos últimos, como tu.
      Un abrazote

      Borrar
  4. Tenía yo un alumno adulto que siempre me decía que las cosas hay que hacerlas con FE (por cierto, era ateo, jaja). Creo que el milagro y la magia de la vida residen ahí...Claro, que si no funciona, siempre queda el refugio de la resignación, de ese "bueno, tenía que ser así". ¡No me digas que el ser humano no dispone de recursos para salir psicológicamente airoso de un buen puñado de situaciones...! En cualquier caso, me uno a esa celebración y me alegro muchísimo de esta buena noticia.

    Un beso para ti, encantadora Natalia, y otro para tu encantador esposo (ateo) :-)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Mercedes, sabes que estoy de acuerdo con tu alumno. Yo no es que sea rezandera ni mucho menos y también soy bastante fatalista a veces, pero creo que cuando uno le pone intención a las cosas, se movilizan cosas en el cerebro, en el alma y hasta el Universo.. Oh ya soné cursi otra vez...
      Un abrazote!

      Borrar
  5. Bueno, bueno, bueno, a mí eso de los milagros tampoco me va, que digamos, me pasa como a Roland, prefiero ver, tocar, conocer, jugar con la intuición, en fin... pero visto lo visto, nunca se sabe. A tí, a vosotros os fue bien, algo habrá, pues, en esa ancestral tradición y más si tu esposo (ateo) también lo intentó haciéndote caso.

    Besazo y feliz tarde, querida Natalia

    Fina

    ResponderBorrar
  6. Hola Fina! Muchas gracias por tu visita! Mi esposo es tan escéptico como tu o Roland jajaja. Yo soy como Santo Tomas al revés, en vez de Ver para Creer, yo digo mas bien, Creer para ver.. \Un abrazazo para ti!

    ResponderBorrar
  7. Natalia, me ha encantado esta historia por la alegría que le pones al contarla y por la naturalidad. Y que conste que tampoco soy yo muy creyente, digamos que nada, soy más bien del bando de tu marido. Pero, al igual que él, yo también estoy convencido de que la vida por sí misma ya es un milagro y más en estos tiempos de crisis y revueltas.
    Ha sido un placer, me encantan las historias.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Jeronimo, eres muy amable, sobre todo siendo esceptico como mi esposo y algunos de mis lectores jaja) Pero me alegra mucho que disfrutes mis sencillas historias!
      Un abrazo

      Borrar
  8. Natalia, me ha encantado esta historia por la alegría que le pones al contarla y por la naturalidad. Y que conste que tampoco soy yo muy creyente, digamos que nada, soy más bien del bando de tu marido. Pero, al igual que él, yo también estoy convencido de que la vida por sí misma ya es un milagro y más en estos tiempos de crisis y revueltas.
    Ha sido un placer, me encantan las historias.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Jronimo, eres mu amable, sobre todo siendo esceptico como mi esposo y algunos de mis lectores jaja) Pero me alegra mucho que disfrutes mis sencillas historias!
      Un abrazo

      Borrar
  9. A veces pienso que la fe de los que se dicen ateos, surge efectos más concretos con los milagros.

    Felicidades por la venta de tu vieja casa y por salir del hoyo financiero, ahora más relajados a vivir en su nuevo universo.

    Saludos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sabes que estoy muy de acuerdo con lo que dices, será que son mas sinceros y no andan pidiendo favores todo el tiempo jaja no lo se pero, gracias a Dios y espero los nuevos dueños la disfruten tanto como nosotros.
      Un abrazo para ti Beatriz y gracias por acercarte por aquí!

      Borrar

Tu comentario es siempre apreciado. Gracias!