miércoles, 21 de noviembre de 2012

DE HUMO


Necesitaba revitalizarme, no en el sentido de “energía”, sino en el sentido de vida. Por  eso, paradojicamente, decidí ir de voluntaria, con dos amigas, una búlgara y otra colombiana, a un hogar de viejitos.

Esta cita estaba pautada en mi calendario desde hacía semanas. Es parte,  del “culture of caring”  de este bello país y además de las metas de la empresa (clave para los bonos anuales).

Con todo y esa razón monetaria inobjetable, la verdad, había puesto esta actividad como “tentative”, porque soy torpe para el trabajo social. No sé ni por donde empezar. Más tarde descubrí que no es torpeza, es terror. Un poco más adelante, constaté, que no hay nada que temer. Hagan un esfuerzo y continúen leyendo.

Para dejar de andar por las ramas,  confieso que tengo muchos días pensando  en “la pelona”.

No se angustien, la mortalidad, la de uno y la de los demás es un tema muy filosófico (especialmente la de los demás, pues la de uno ya no resulta tan fascinante).

Creo que es normal pasar por estas etapas, pero como yo a veces soy de temperamento obsesivo y ya estaba viendo un funeral en cada esquina, pues prefiero tomar medidas correctivas a tiempo. (lenguaje corporativo… medidas correctivas.. auxilio)

Esta mañana, cuando revisé mi calendario,  me estremecí ante la forma tan exquisita  que me ofrecía la vida para confrontar  mi   transitoria etapa (llamémosla así) de miedo a la muerte: Visitar un ancianato. Terapia de shock.  

Y así fue.

Las tres amigas llegamos aterradas.  Nos explicaron que nuestra función era sólo ayudar a llevar a los ancianos al Atrium, donde había un “entertainment”, un concierto de guitarra y saxofón.  

-      Fácil – me dije, y suspiré aliviada. Qué equivocada estaba.

Le pregunté su nombre a una ancianita y me respondió: “I don’t have”. Intenté con un señor de sombrero, y me dijo que su nombre era:” I don’t know”. A su lado, otra señora  añadió: “and mine is I don’t care”

Entonces me quedé muda. No existe mayor tensión en el mundo que, no tener idea de cómo comunicarse. Los tendones de mi cuello se convirtieron en un nudo gordiano.

El resto del concierto  me dediqué a observar.

Una vez leí, que la vejez es una forma de transparencia.

Al finalizar el concierto, los llevamos a sus cuartos de nuevo.

Entonces, al despedirme, una ancianita muy dulce,  con una lucidez de color azul, se me quedó mirando fijamente y  me hizo un guiño.

Creo que la entendí.

Esos seres de pergamino y memoria de humo, son los verdaderos inmortales, pues ignoran su destino.

Fue una bella experiencia que pienso repetir, pero llegué a mi casa con un cansancio de siglos.

Jamás en mi vida me había sentido más revitalizada.

P.D.: Un buen amigo me pregunta que por que revitalizada, si mas bien esto de la vejez es triste?  Digo que me senti revitalizada porque confronte mis miedos, ayude al projimo, aunque solo carretee la sillas de rueda de un lado a otro, pero sobre todo porque comprendi que, como dijo Balzac...la muerte es segura, olvidemosla...
(perdonen la posdata va sin acentos)

11 comentarios:

  1. Yo voy a menudo a una residencia de ancianas, no voy a ayudar, voy a ver a mi madre, paso allí un rato y me doy cuenta de la soledad de la vejez, están en un mundo individual, aunque las escuches mantener una conversación, cada una habla de un tema diferente.
    Mi madre se acuerda de todo incluso de lo que no ha sucedido, y responde a mis preguntas, muchas veces ya se las hago con respuesta incluida para que no se de cuenta de que no recuerda.
    Sigue visitándolas, seguro que aunque a veces no lo sepan te lo agradecen

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    1. Gracias Ester, seguro que volvere porque quiero soltar esa tension y aprender a comunicarme con ellos, se que lo agradecen, Lo note en algunas sonrisas.
      Besote

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  2. No eres tú sola, Natalia, quizás muchos necesitamos una terapia parecida para vencer tantos miedos y darnos cuenta de que la vida hay que vivirla intensamente, sin preocuparse de ese miedo existencial y cuyo final nadie sabe.
    Un abrazo en la noche.

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    1. Gracias por tu solidaridad Rafael, si creo que son miedos colectivos y como dices, creo que lo que revitalizo fue sentir que hay que vivir intensamente, mientras se pueda. COmo mi papa decia, citando al poeta persa.... bebe vino y juega con los bucles de la amada, porque para dormir hay muchos anos y una eternidad....
      Un abrazo, de mediodia

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  3. Seriamos extraterrestres si no tuvieramos ese miedo terrible a lo desconocido que un dia llegara sin lugar a dudas.
    Como dice Rafael, no estas sola y de todo corazon espero que sientas el enorme abrazo que te mando alma hermosa!
    Sandra

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  4. Es gratificante el simple hecho de pasar tiempo con ancianos, ellos nos enseñan de cualquier forma el futuro...y saber, a veces tranquiliza.

    Saludos Querida Leo.

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    1. Si Bea, por eso quiero repetirlo, nos dijeron que necesitan toda la ayuda que uno pueda darles.
      Besote

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  5. Ayudar al prójimo es una satisfacción enorme. Me quedo con la frase "seres de permanino y memoria de humo inmortales". Me ha encantado.
    Un besico.

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  6. Simplemente... Disfrutemos de lo que tenemos, al fin y al cabo (y espero no irme mucho por las ramas) Dicen (o si no me lo invento jaja) que uno no se arrepiente más de lo que no hizo que de lo que hizo mal

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