Abro los ojos y la contraseña
se presenta ante mis ojos.
La cifra 6:18, con su
implacable y cruel resplandor, hace contacto con mis corneas.
Como un sofisticadísimo código
de barras óptico, que se activa y me secuestra hacia una dimensión desconocida.
Mi cuerpo, mi mente y todo mi
ser, son succionados violentamente hacia
un gran ruido.
Hacia un mundo de concreto y neón.
Un mundo de altas torres, de cielos rasos y
horizontes partidos.
Una gigantesca nave
donde habitan almas en pena y rostros cansados, igual que el mío.
El 6:18 es un lugar, frio y
gris.
Un espacio metálico, mercantilista y aterrador.
Hoy, milagrosamente, regresé
de ese cautiverio que transcurre entre el minuto 6:17 y 6:19.
La contraseña se desactivó.
Hoy cuando desperté, le
faltaba un minuto al tiempo, pero el río seguía sinuosamente y feliz, su curso
descendente.
La prisión 6:18 ya no
existe.
La alarma no sonó esta mañana.
Me despertó el silencio de
la nieve.
Me miré en el espejo y descubrí
a otra mujer.
Una mujer y sus sueños.
La nieve cae sobre los
minutos maravillosos que esperan.
Tiempo sin verte Natalia.
PD:
Ayer los carceleros de mi tiempo, los que me han secuestrado a las 6:18 am, durante los últimos casi 9 años que llevo en Canadá,
decidieron liberarme y devolverme al mundo de mis verdaderos sueños. En otras
palabras, la ola de reducción de personal debido a la crisis petrolera, por fin
me revolcó y me trajo hasta esta otra orilla donde el tiempo es más amable y
flexible.
Cuando
me vi en el espejo esta mañana, descubrí un rostro que tenía tiempo sin ver, el
mío. No el de la ejecutiva, de grandes ojeras mal maquilladas, sino una cara fresca y sonriente. Pensé que
nunca escaparía del neón, de los pasillos grises, de las salas de conferencia. Pensé
que la prisión que me tragaba cada mañana, entre el minuto 6:17 y 6:19,
nunca me liberaría. Pero reventó la burbuja de ruido y heme aquí.
Viendo
caer la nieve.
La
que todo lo aquieta, todo lo silencia, todo lo acaricia.
Quizás el tiempo es el carcelero.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola Rafael, espero que este carcelero en esta nueva etapa que comienzo, me trate con mas amabilidad.
BorrarUn abrazote y gracias por ser siempre mi primer comentario!
Hoy también has conseguido escribir un final sorprendente. Te doy la enhorabuena y te puede servir porque ahora el tiempo es tuyo o por tu manera de escribir.
ResponderBorrarTe doy unos abrazos los necesarios para acompañarte mientras cae la nieve y te acostumbras a administrar tu tiempo.
Gracias mi querida y parabolica Ester ( como me encanto lo de y=ax2 +bx +c jaja) Te agradezco tu solidaridad y ahora espero poder cultivar el ocio.
BorrarUn abrazote
¿Pues dónde está ese oasis maravilloso, querida Natali? Pero sea donde sea, disfrutalo, pues sería un pecado no hacerlo.
ResponderBorrarFelices nieves de calor
Fina
Hola Fina, este oasis queda en mi tiempo libre,junto al piano que abandone hace nueve an~os, en la torre de libros que nunca tiempo de leer, en los cuentos que nunca escribo, las obras de teatro abandonadas, y sobre todo mi nuevo sueno creativo de arte al cual tendre tiempo de acariciar lentamente. En fin, no se si es falsa euforia, no creo, pero haber perdido mi trabajo por la crisis petrolera en esta ciudad, por ahora me resulta un gran alivio. Un abrazote, desde otras mas placenteras batallas!
BorrarUff. Lo lamento... Aunque para estos casos tengo un dicho “No hay mal que por bien no venga” Seguro que el futuro (o el presente) te depara algo mejor. Yo me hayo también en la cuerda floja, a ver cuanto me queda de las 6:00 Un abrazote!!!!!!!!!!
ResponderBorrarExactamente, no hay mal que por bien no venga. EN este caso, no hay bien que por bien no venga, por que el estres prolongado me estaba haciendo efectos en mi salud. Espero que sea lo mejor para ti, son tiempos dificiles, pero hay que afrontarlos creativamente. Un superabrazote!!
BorrarTodo cambio tiene su momento, así que a vivir al máximo tu nueva etapa. Suerte y espero que esa liberación te mantenga sintiendote libre!
ResponderBorrarPor aquí estamos también sumidos en la nieve, la verdad es que a mi no me produce tranquilidad, es inquietante y todo lo que deseo callar u olvidar trabajando, se hace rebelión porque al no tener otra cosa que hacer que ver el desastre de la nieve, quedo a expensas de esas cosas de la vida que me alcanzan lejos.
Abrazotes blancos.
Si Bea, se cierra un ciclo y comienza otro. Agradezco lo que me dejo el que se cierra y adopto con alegria el que comienza.
BorrarGracias por tu solidaridad! Ya pronto llega la primavera!
Un abrazote calido
Todo es para bien. Enhorabuena, lo primero tira el despertador. Besi
ResponderBorrarTodo es para bien. Enhorabuena, lo primero tira el despertador. Besi
ResponderBorrarTodo sucede por una razòn...
ResponderBorrarHoy por hoy, te envidio.
Me encanta tu actitud ante una sorpresa cantada, maravilloso sentir el apoyo de tu caballero a lado.
¡Què èste sea el principio de un nuevo y colorido caminar!
¡Un abrazo amiga!