Mi vecino me advirtió,
de la manera más cortés (con tarjeta y botella de vino), que el sábado tendría una
fiesta en su casa.
Un “bachelor party”
para más señas.
Con semejante gesto
de consideración, pues me preparaba para pasar una sobresaltada velada sin
quejarme en lo más mínimo.
Se deslizó la noche
del sábado.
Más plácida que
nunca.
Me asomé a la terraza
a ver si lograba escuchar algún vestigio celebratorio.
Nada.
Afiné aún más el oído,
y me paseé detenidamente por los sonidos de la noche, como
si quisiera sintonizar una estación de radio.
Aquí no hay grillos, ni
sapitos como en el trópico.
Ni hojas que jueguen
con el viento, todavía…
Sólo escuchaba la
interferencia de la nada.
En mi gran dial imaginario,
solamente lograba sintonizar la noche muda.
Pero, sucedió de pronto,
que, en mi gran esfuerzo de escuchar el bullicio del vecino, traspasé varios
niveles de estática, y llegué a una estación inesperada.
Quedé aturdida.
Sin proponérmelo, se
apagaron las parlanchinas voces de mi mente.
Insólitamente:
Me callé.
Callarse es el
silencio más nítido.
La sintonía más
clara.
Enmudecieron las
voces estridentes de mi cabeza, la algarabía del mundo.
Me sumí en un oasis
de recogimiento.
Un encuentro breve con uno mismo que asusta.
Porque no hay atmósfera
Y la soledad es inevitable y persistente.
Y la soledad es inevitable y persistente.
Un invitado de mi
vecino salió a fumar y rompió mi
burbuja.
Ensordecida y con palpitaciones corrí a
la casa.
De vuelta al ruido.
Al final, la fiesta de mi vecino
fue muy discreta, excepto por el escandaloso silencio.
De vuelta al ruido.
Faltabas tú, Natalia, que llegaste muy tarde a la fiesta, por eso se aburrieron.. Mirándolo por el lado positivo; dejaron dormir al vecindario.
ResponderBorrarUn beso siempre de batalla sin... silencio o.., con.., silencio... ¿¿¿¿¿¿??????
Fina
Hola Fina, si la verdad que buscando el ruido, encontre mi silencio. y creo que si los pobres se aburrieron bastante jajaja
BorrarUn abrazo y seguimos batallando
Segundo intento de comentario, el primero desapareció cuando pulsé en publicar :(
ResponderBorrarMe ha gustado tu entrada, y como latino y valenciano más que me siento identificado jaja. Recuerdo una vez en Alemania que me emocioné hablando y levanté la voz sin darme cuenta y en un momento dado me di cuenta que me estaban casi todos mirando, y no fue en un local cerrado, sino en la misma calle jaja En todo caso un poco de terapia del silencio de vez en cuando viene bien. Un abrazo grande!!
Hola Roland, si la verdad que yo que vengo de un lugar bullicioso el silencio a veces es un regalo o una tortura, depende. En este caso creo que fue un regalo. Un abrazote mi estimado!
BorrarEn alguna ocasión he experimentado esos densos y compactos silencios que llegan a aturdio, como relatas.
ResponderBorrarEl audible silencio, como lo dijo Antonio Gala... Gracas por tu visita que aprecio mucho Marcos!
BorrarAbrazos
Pensé por un momento que la única botella que se iba a descorchar era la que habías recibido, que nadie habría acudido a la fiesta, que lo habían dejado solo. Y es que escribes muy bien y hasta el final no entiendo que el aburrimiento fue el invitado de honor. Un abrazo
ResponderBorrarJajajaj, creo que voy a tener que devolver la botella porque la verdad que la fiesta mas silenciosa del mundo, pero me sirvio para esta reflexion, de encontrar uno su propio silencio, y a veces asusta.
BorrarUn abrazote!
Amiga, tuviste un momento de trascendencia. Tocaste fondo, en el mejor sentido de la palabra. Tuviste una conexión con tu ser, sin saberlo. Ese silencio es la prueba de que tu alma, tu mente y tu corazón están en una profunda y hermosa sincronía. Bella historia y hermosamente escrita. Te cuento que compartimos el amor por todo lo mágico, por eso que hace que la vida sea una aventura increíble de vivir. Abrazos.
ResponderBorrarHola!! que lindo comentario me has escrito. Gracias! Creo que asi mismo como lo describes sucedio, y me encanta eso que dices que mi corazon esta en sincronia. Gracias otra vez. Ya que compartimos esa conexion con lo magico, espero verte por este espacio otra vez y yo me acercare al tuyo tambien. Que buena fortuna esta! Un abrazote!
BorrarEl silencio también es música y también nos habla.Deberíamos probar más a menudo a experimentarlo y nunca asustarnos de él porque en el fondo nos asustamos de nosotros mismos,de ese estar a solas con nosotros...todo es cuestión de acostumbrarse.
ResponderBorrarFeliz tú que te invitan a fiestas...:)
Un abrazo.
Hola Jeronimo, tienes toda la razon, pero como este encuentro con el silencio, fue inesperado que senti un poco de soledad, pero al final el que aprende a estar solo, ya aprendio todo
BorrarUn abrazote y gracias por tu visita!
La magia del silencio...
ResponderBorrarGracias por tu visita Ester II, jajaja ( por un momento pense que era mi otra amiga Ester) Me encantaron tus Susurros. Te dejo un comentario alli,
BorrarUn abrazote y gracias por venir a visitarme a la Calle del Eco
Ester II, e Susurros, te escribi un comentario en tu blog , lo perdi y ahora no puedo. Te decia que me gusto mucho tu cuento y me identifique mucho con Marta. Volvere a visitarte!
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