viernes, 2 de marzo de 2012

MAGIA EXPLOSIVA

Cuando era chiquita quería ser detective, periodista o doctora. Ahora, cuando sea grande, quiero ser escritora, pintora o pianista.  Actualmente soy aprendiz de todas las anteriores.

El piano y la pintura se me dan con bastante dificultad.  Para la escritura seria, no tengo la disciplina; para el periodismo, carezco de la meticulosidad investigativa, pero soy fundadora del periodiquito de mi proyecto en la oficina, que se llama PipeLines. En fin, creo que de todas esas profesiones, en la que hubiera sido más exitosa, si le hubiera dedicado los esfuerzos de toda una vida, sería la medicina, donde  también hay que ser un poco detective.

En mi casa me conocen como la Doctora Chimbina, porque me las doy (lo admito) de que sé mucho de medicina y doy opiniones, hago  pronósticos, recomendaciones. A veces acierto. En verdad me apasiona el tema y presumo de que tengo ojo clínico, quizás porque soy hija, hermana, sobrina, prima y tía de médicos, y algo queda. Mi  mama solía recetar a los pacientes de mi papa que llamaban por teléfono a la casa. Después de 56 años de matrimonio, ya se sabía de memoria los síntomas y los remedios. Hoy en día es mas fácil con Internet.

Mi momento mágico fue una tarea detectivesca que tiene que ver con la medicina. Lo busqué con lupa, en un día donde todo vestigio de magia parecía arrasado y  de repente llegó, convulsionante y súbito,  con una risa que borró todas mis tribulaciones del día.

La risa es la explosión de la magia.

Sucedió después de una visita de trabajo a las tierras gélidas del norte. Un lugar donde, como diría mi papa, no es que se murió un payaso de tristeza, sino que se murió el circo entero. En el avión de regreso, destruida, como trapo viejo,  mirando por la ventana, me preguntaba ¿será posible encontrar un momento mágico en un día como hoy? Madrugonazo, -17 grados centígrados, peleando con contratistas, sonriendo idioticamente, haciendo intentos de ser amable, cuando a veces me provoca estrangular a alguien. Me respondí a mi misma: No.

Cuando tarde en la noche, llego a la casa, el mundo es serio y grave. Cuando uno esta agotada física, intelectual y emocionalmente,  nada parece divertido.

En eso llegó mi hija, contándome su batalla diaria. Yo la escuchaba con la misma expresividad que un retrato de Andrés Bello.

De pronto, me comenta que había pasado mala noche, estornudando, congestionada y tosiendo. Como siempre, ella se espera mis preguntas diagnósticas: ¿te duele la garganta?, ¿tienes fiebre?, ¿te duele la cabeza?

Y yo más silenciosa que una roca.

Ansiosa, ella esperaba el tradicional sermón: es que comes muy mal. Eso es falta de vitaminas, falta de minerales, falta de proteínas, falta de fibra, falta de luz, falta de aire, falta de ….

Y yo muda.

Mama!! – insistió - Te digo que estuve estornudando y tosiendo toda la noche.

Yo le respondí  lenta y concisa:

Eso es falta de…… aspiradora.

Mi hija se quedó impertérrita por unos segundos, y después, soltó una carcajada burbujeante y sonora, con los colores del arco iris.

Como nada hay mas contagioso que la risa, en unos segundos la acompañé con la mía.  Y nos reímos las dos un buen rato, coloridamente.  De ahora en adelante, todas las dolencias que aparezcan en esta casa obedecen a la misma patología: Falta de aspiradora.

Al rato, volví a mi pregunta ¿será posible un momento mágico  en un día como hoy? Y, con mi lupa de detective, busqué minuciosamente, y de pronto encontré en las paredes de mi casa, retazos de colores, pedazos de risa. Las huellas digitales del arco iris.

Y como sé que el chiste no es tan bueno, para completar mi momento mágico les dejo este otro peor, que hace poco le contaba a un a buen amigo, que tenia una pena. Creo que al menos sonrió.

El médico llama a su paciente y le dice:
- Le tengo una noticia buena y una mala, ¿cual quiere oír primero?
- Comencemos con la buena – dijo el paciente.
- Bien. Llegaron sus resultados de laboratorio, y lamentablemente, le quedan tres días de vida – dice el medico.
- Doctor, ¡no puede ser… no puede haber nada peor que eso! - dice el paciente alarmado - ¿entonces, cual es la noticia mala?
- Que he estado tratando de localizarlo desde hace dos días…

9 comentarios:

  1. Es viernes a la noche, asi que no esperes una carcajada sonora: je...je...je.
    A partir de hoy voy a buscar mi momento magico del dia tambien, me gusto mucho esa idea.
    Feliz fin de semana!
    Sandra

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    1. Me conformo con media sonrisa jajaja y siempre me contentan tus comentario. Besote.

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  2. Jajaja debo decir que la risa de ambas es extremadamente contagiosa, es difisilísimo no caer en el coro de carcajadas, y se oyen a menudo por las ocurrencias de las dos. Este momento mágico es en mi opinión un déjà vu de la fantática relación que tienen ustedes. Un abrazo!

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    1. Gracias Carlos. Es rico que haya buen humor en la casa. Escribiendo esta entrega me acorde de varias ocurrencias de ella y me rei todavia mas. Como la de queria ser recepcionista cuando era chiquita, porque: Mami, es facilisimo! Buenos Dias,, Buenas Tardes... jajaja. Besote.

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  3. Hola Natalia, siempre es un placer leerte.
    ¡¡muchas felicidades!!
    en el día de la mujer,
    sin vosotras nada es posible.
    que tengas una bonita semana.
    un abrazo.

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    1. Muchisimas gracias estimado poeta.
      Honor que me hace al visitarme.
      Saludos agradecidos.

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  4. Muchisimas gracias estimado poeta.
    Honor que me hace al visitarme.
    Saludos agradecidos.

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  5. Ay, olvide comentar aqui. Lo mas gracioso es lo del retrato de Andres Bello. Me dio mucha risa. Besos!

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  6. Bien, la verdad es que resulta muy difícil a veces sonreir, a veces incluso ser amable, pero de ello, mea culpa. Me alegro que lo consigas.

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Tu comentario es siempre apreciado. Gracias!