jueves, 1 de septiembre de 2011

Un "hasta mañana" que me supo a pera

Un "hasta mañana" que me supo a pera.

A veces, durante la semana, pienso que he perdido mis poderes mágicos, por llamarlos de alguna forma; o que la magia está durmiendo una siesta  prolongada; o  que se cansó de  mi rutina y se mudó a otro lugar más interesante.  Yo siempre he dicho, que en Calgary no hay fantasmas, porque ningún fantasma que se precie, puede vivir en estas casas hechas de cartón y material aislante, muy  lindas y confortables en el invierno, eso sí, pero nada embrujadas.

 Yo dejo que los encantamientos me abandonen por un tiempo, pero no demasiado, porque sino, la realidad me cubre  de gris y comienzo a verlo todo gris, la calle, las casas, las personas, el mundo entero.  Esta semana me estaba ya preocupando porque nada parecía interesarme. Una amiga me dijo que tenia cara de cansancio. Signo característico de que la rutina, el trabajo, la oficina,  me están destiñendo y estrujando, para dejarme como un trapo gastado.

 Así que llegué a la casa dispuesta a invocar la magia. Con una página en blanco en la mente, decidí sentarme a escribir, a ver si se me ocurría algo. Pero en mi página mental sólo había números, histogramas, reportes y todas esas cosas aburridas. 

Me serví mi copa de vino para despertar a las musas, pero, nada. Me dediqué a hojear algunos libros buscando inspiración. Nada. Entonces, de esa misma naditud, surgió  la magia y me cubrió hasta los pies, literalmente.

Resulta que me dio frío, es la época en que uno no sabe si prender la calefacción o no y obviamente no estaba conectada.   Me dio flojera subir a buscar un suéter, y lo que conseguí a la mano fue una cobija  negra con mangas que le regalaron a mi hijo, una cosa que aquí llaman “snuggle” o algo así, muy rica y calientita. Se estaba tan bien en ella, que, después de que claudiqué en mis intentos de escribir algo mágico, me la dejé encima y subí a preparar la cena. 

Cuando mi esposo me vio deambulando por la casa con esa cobija negra larguísima, que él llamó “cloak”,  me dijo que me veía como una bruja muy convincente. No supe si tomarlo como un insulto o como un cumplido.  Le respondí con una mirada penetrante  e inquisitiva. Él se apuró en decir que era  un cumplido, con un leve destello de pánico en sus ojos. Creo que, con mi capa negra y solemne, yo inspiraba un cierto respeto.

En fin, preparé la comida, cenamos, conversamos. Yo siempre con mi capa larguísima y negra.  De postre, mi esposo se comió una manzana y yo, una pera gloriosa.  Como casi siempre, caímos en la vieja conversación de que a mí no me gustan las manzanas, sino las peras. Le recordé el pasaje de un libro canadiense, que validó mi teoría, y que dice que la manzana es una fruta que ofrece resistencia, que, en vez de ser comida, debe ser conquistada. Mientras que la pera no se muerde, sino que se besa.

A eso de las diez, apagamos las velitas de la mesa de la sala, y nos fuimos a dormir. Por fin, casi a regañadientes, como si algo en mí no quisiera desprenderse de ella,  me quité el “cloak”  para ponerme la pijama y al hacerlo, sentí que me quitaba una segunda piel llena de enigmas y misterios por descubrir.

 Ya era tarde, así que nos fuimos a la cama, vimos un poco las noticias, leí dos páginas de mi libro, apagamos la luz, y así en la oscuridad, envueltos en la tinta de la noche, nos dimos un "hasta mañana" con un beso que me supo a pera.

Si eso no es magia, no sé qué será. De ahora en adelante, siempre voy a escribir con mi capa mágica, aunque parezca una bruja de lo más convincente. 

6 comentarios:

  1. Yo no se si mis respuestas llegan ( creo que se las lleva el mapache), pero mil gracias Jackie

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  2. A veces la vida nos pide un cambio. Las personas que vemos lo que no se ve, que nos interesa más lo que siente que lo que se dice tenemos más difícil vivir días en los que la piñata explote. Sigue escribiendo, es un desahoga que reconforta. Alguien desde lejos te leerá.

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  3. Gracias a la indomable, seguire intentando esta magia menor

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  4. Bueno, siempre consigues encontrar tu magia, me alegro por ello y me gustó lo de la forma de comer las manzanas y las peras. Me gustan ambas. (Frutas y las formas de comerlas) jaja

    P.D: Opinio como Jackie

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