lunes, 5 de septiembre de 2011

Recuerdo Líquido


Decidí cambiarme el nombre y he aquí por qué: 

Mi blog es poco concurrido, apenas comienzo y no conozco mucho la herramienta, pero al final no me extraña, pues mi vida en general,  es poco concurrida y  todo lo que uno hace es reflejo de uno mismo. 

Lo  más  emocionante que me puede pasar es abrir mi mail y tener  un comentario, y cuando eso pasa, hago una fiesta. Esta es la historia de cómo un solitario comentario que recibí en mi “hasta mañana con sabor a pera”, me llevó a tomar esta decisión de cambiarme el nombre.

En mi perfil menciono que mi “casi nombre” es Natalia. Por cierto, esto del “almost name” lo leí por casualidad hojeando un libro, mientras esperaba en la cola del automercado. El libro se llama “ The Book of Awesome” un best seller, razón más que suficiente para no comprarlo, pero esta vez, la página que abrí al azar, mencionaba como “awesome” lo del “almost name”, así que coleé el libro entre mis víveres. Yo inmediatamente pensé en el  mío: Natalia.

Mi mama me contaba que cuando estaba embarazada de mí (la sexta), siempre pensó que si era niña, me llamaría Natalia. También me decía que, cuando yo nací, mientras ella aún estaba sumida en ese dulce estado hipnótico que ocurre después de dar a luz, una buena amiga, llamada La Nena, le murmuró al oído: Llegó Natalia.

Lo que pasó después  de mi nacimiento fue una severa descoordinación. Me cambiaron el nombre y  la fecha de nacimiento. Al final, ni lo uno, ni lo otro me ha molestado mucho. Leonor es un nombre muy sonoro y bello y aparentemente fue en honor de una persona llena de bondad y tener dos cumpleaños es hasta divertido. Mi esposo dice que soy “like the Queen” la única persona que conoce, aparte de mí,  con dos cumpleaños.

Aquí en Canadá soy “Líonorrrr”, o “Liona”, o “Lenore”  o Leo, como me llaman algunos, igual que a mi hija.  Para mi esposo soy Leo, o "lovely one" y eso me gusta.

Pero para resumir esta historia, vuelvo al solitario comentario de mi blog.

Temprano, con mi café de la mañana, abrí mi mail y cosa extraña, tenia un comentario en  mi blog. Lo abrí emocionada y leí: Natalia……..

Tuve un breve instante de desconcierto, ¿quién es Natalia?, me dije. Y después, como quien arroja una piedra en un agua tranquila, me tocaron las ondas concéntricas de esa voz.  Como si ese nombre resonara desde un lugar acuoso, desde un espacio íntimo, un espacio del alma. Natalia... un murmullo, un recuerdo líquido, distante y cristalino.
Entonces me reconocí. Natalia soy yo.

Acto seguido, cambié el nombre en mi perfil, ahora soy Natalia H Fontijn. A cierta edad uno puede darse el lujo de tener alguna extravagancia. En la Calle del Eco, puedo ser quien yo quiera.

Tarde, pero exquisitamente a tiempo, cincuenta años después:
Llegó Natalia…

8 comentarios:

  1. Eso pasa cuando tienes lectoras con ADD :)

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  2. Dos comentarios en un día récord!!!! Gracias MM y Jackie!!! con todo y ADD, tu comentario ha sido uno de los mejores que he recibido en la vida.

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  3. He leido ya varios en silencio... pero ya que aprecias los comentarios aqui te dejo el mio...

    Tu amigo Secreto! un Ermitaño

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  4. Gracias Ermitaño, si pudiera escuchar tu silencio, tambien lo apreciaria.

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  5. ERMITAÑO: esa es mi cancion preferida The Sounds of Silence de Simon & Garfunkel ... la letra es poesia y la musica igual...asi podras escuchar mi silencio Natalia

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  6. Voy a confesarte aquí una cosa, aunque quizás no era difícil de adivinar. Mi nombre no es Roland jaja Ummm supongo que es más fácil decir ciertas cosas, abrirse al mundo desde el anonimato, al menos relativo pues tengo la dirección de mi blog en algunos sitios que si están relacionados con mi nombre. No sé, quizás algún día cambie mi nombre de perfil, ya se verá ^^

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