lunes, 16 de diciembre de 2024

ZONA SÍSMICA

 


Me sucede de vez en cuando, como hoy.

Siento un temblor. Miro a mi alrededor y todo está normal.

No hay lámparas oscilantes ni trepidar de cristales.

Tenía entendido que Alberta (y aprovecho para compartir un dato curioso; el nombre de nuestra provincia proviene de la cuarta hija de la Reina Victoria, la Princesa Louise Caroline Alberta) no es una zona particularmente sísmica, así que probablemente no sea nada.

Pero esta vibración reciente me detonó recuerdos de mis tiempos de estudiante de ingeniería civil.

Los movimientos sísmicos se producen cuando las placas tectónicas generan tensiones en la corteza terrestre y son ocasionados por la liberación de energía del interior de la Tierra.

Muy interesante, pero todavía más sorprendente fue que logré pasar Ingeniería Estructural I y II, y hasta diseñé estructuras antisísmicas en la universidad.

Lo mejor del caso es que ya se me olvidó todo. ¡Qué alivio!

Hoy en día esos sismos que siento repentinamente, en ocasiones muy particulares, tienen un origen mucho menos tectónico.

Mis trepidaciones son detonadas por los recuerdos, o la belleza de la naturaleza, o las sonrisas de mis niños.

Son movimientos telúricos que producen en mi alma, micro explosiones de alegría, temblores de agradecimiento, estremecimientos de ternura.

Creo que la única zona sísmica por estos lados, soy yo.

1 comentario:

  1. Son sobresaltos a los que el cuerpo y el alma se acostumbran, como dices.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar

Tu comentario es siempre apreciado. Gracias!