viernes, 26 de mayo de 2023

ENTRELÍNEAS

 



Leer entrelíneas es trabajo de eso que llaman “el tercer ojo”.


Esa especie de clarividencia que permite inferir una intención velada, un sentido oculto, más allá de las palabras.


Pero el domingo pasado, estuve no solo leyendo entrelíneas sino caminando entre ellas.


Mi hijo me invitó a una feria de libros usados.


Los libros se adueñaron del estadio deportivo (de Curling para más señas, no se puede ser más canadiense)


Ahí estuvimos horas, caminando entre callejuelas de clásicos de la literatura universal, historia canadiense, poesía, autores contemporáneos.


Encontramos una sección de libros de colección, donde apareció una edición antigua de un libro sobre Bolívar, por Emil Ludwig, encargado por el gobierno de Venezuela a este autor en 1938.


En fin, una forma muy táctil de leer, hojeando aquí y allá, frases tomadas al vuelo, poemas para decir adiós.


Entre mi hijo y yo salimos con unos diez libros en total.


Pero esta anécdota viene al caso porque, desde hace algunos meses, no solo leo entrelíneas, sino que duermo, camino, navego y hasta sueño con ellas.


Y no porque tenga un tercer ojo o le esté buscando la quinta pata al gato sino porque tengo nuevos amigos.


A ninguno lo conozco personalmente, pero es como si nos conociéramos de siempre.


Cada domingo, con mi primer café de la mañana, me acomodo en mi butaca y abro mi pequeña ventana al mundo. Allí rodeada de arte y de palabras, comparto con mis compañeros de aventura, quienes viajan desde varios continentes para acompañarme.


Es una bella forma de compañía, compartir un espacio y un anhelo.


El anhelo de contar historias.


Desde mi rincón, un cálido saludo “entrelíneas”, literalmente, para todos mis compañeros que cuentan de maravilla.

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    Yo no tengo término medio. O leo muy bien entre líneas, o me pillan totalmente a contrapié. Supongo que depende de si estoy con la guardia baja, o de si parece demasiado bueno para ser verdad. Cosas raras de las líneas de mi cabeza jajaja
    Me gustaría ser uno de esos compañeros de aventuras ;)
    Un abrazote.

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    Respuestas
    1. Eres mi companero de aventuras querido Roland!
      Abrazote gigante!

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