viernes, 16 de diciembre de 2022

ARCO Y FLECHA

  


Me he pasado gran parte de la vida practicando y perfeccionando el arte de la arquería.


Es una actividad que requiere, concentración, paciencia y precisión.


Son muchos elementos a tener en cuenta: la flexibilidad del arco, la tensión de la cuerda, el posicionamiento de la mano.


Hay que tener visión, serenidad, arte, para que la flecha vuele alto y llegue a su dorado destino.


La arquería, aparte de técnica, también requiere de mucha intuición.


¿Cómo adiestrar ese ojo dominante? el que guía la ejecución, para que confíe y se deja llevar por esa entrega sin límites que culmina en buen resguardo.


El arquero divisa claramente su objetivo y posiciona cuerpo, mente y corazón para después, en el momento justo, cargar la flecha.


 En ese instante, que puede parecer eterno, el arquero inclina el arco hacia el suelo, como haciendo una reverencia, un acto de humildad, y engancha la flecha en la cuerda, con delicadeza y determinación.


Es el momento en el cual la flecha conoce de su energía, su potencia.


El arquero abre y levanta el arco. Es el momento.


Entonces, ya con la flecha enganchada en los dedos, encuentra el ángulo preciso.


El momento de la verdad.


El arquero relaja los dedos de la mano y decide soltar la flecha.


Y suelta….


Y toda esta historia viene a propósito de que en estas navidades, la mitad de mi corazón esta en Tanzania (mi hijo recién casado y su esposa en su luna de miel) y mi hija y familia, en Venezuela (visita familiar y aquietando nostalgias)


A los que me preguntan si voy a sentirme sola, les digo con sinceridad y sin falsas euforias, que no.


Aunque mi gran amor voló a otros dominios, siempre digo que una mujer enamorada nunca esta sola, porque el amor es como lo “bailao”, como se dice en mi tierra, nadie puede quitárselo a uno.


Aunque los voy a extrañar demasiado, creo que nosotras las madres nos alimentamos de la felicidad de los hijos, de sus logros, de sus satisfacciones, de sus descubrimientos, de que vayan, vean, exploren.


Vivan…de que sean la flecha.


Nosotras, las madres, el arco, como dijo el poeta.


Sobre los hijos….


Tú eres el arco del cual tus hijos,

como flechas vivas,

son lanzados.

Deja que la inclinación,

en tu mano de arquero,

Sea para su felicidad.

Khalil Gibran poeta libanés.

 

Todo un arte, eso de la arquería…

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    ¡Qué bonito! Me encanta, yo soy padre y aunque mis hijos todavía no volaron tan lejos, te comprendo.
    Por cierto ¡Qué nos quiten lo "bailao"! jajaja
    Un abrazo grande.

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    Respuestas
    1. Hola Roland, que bueno que te gusto! ( perdona la falta de acentos) Y si, lo bailao no nos lo quita nadie jajajaja
      ABrazote

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