Para sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.
EL ANGEL BUENO / Rafael Alberti
A cinco años
del día más triste de mi vida, cuando creo que ya no me queda ni aliento, ni
palabras, la poesía viene al rescate.
Nunca he leído
ni escuchado más sublime adjetivo para la palabra alma, que el que utilizó el
gran poeta español Rafael Alberti. Desde muy joven, cuando por primera vez leí
su poema, El Ángel Bueno, me quedó esa imagen, como una barca solitaria, flotando
en mi cabeza: alma navegable.
Y en las
adversidades de mi vida, esas que no son negociables, enfermedad, desamores,
despedidas, añoraba y soñaba con alguien que cavara esa “ribera dulce en mi
pecho” como en el Ángel Bueno de Alberti.
Y llegó.
Y navegamos la
vida juntos, un viaje con “agua y con estrellas” como dice Neruda.
Y bueno, tuvo
que irse, hace cinco años, a volar a otros dominios.
Hoy, he aquí un
pequeño homenaje, a mi gran amor, Marinus John (Meen).
Gracias por
hacer mi alma navegable.
Lo escribí en
ingles porque bueno, él era británico, aunque con alma tropical.
In Memoriam 5 Years
For you, my love,
you made my soul navigable.
Every evening
when I close my eyes
I lift my sails
And
abandon the real world
No compass required
No East or South,
no North or West
no center, no horizon
no boundaries
No death...
There
I find you
Marinus John
Your name is salt and breeze
We travel, to the farthest star
We anchor, in the dunes of love
We swim, in the Perseids
I fall asleep surrounded
by the winds of tenderness
your arms
I am never alone
You are always there
Every evening
in this place where we converge
Secretly sailing
the infinity of space
the uncertainty of time
As close to heaven
As
I can...
Nov.23rd,
2021
Un abrazo y ánimo...
ResponderBorrarGracias Rafael.
BorrarAbrazos
Gracias Rafael.
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