viernes, 10 de abril de 2020

LA CARACOLA


Recuperar un poema perdido en el tiempo es un raro placer. 

Como abrir una caja cubierta de algas, corales y sal, y asombrarse. 

Y recordar.

Mi querida amiga Aura Elena recuperó este poema viejo, extraviado de mi memoria y que hoy comparto. 

Lo escribí hace 26 años, luego de una visita a su casa de Playa Ventura, México. 






LA CARACOLA



Bajó la luz y es el momento
Los acordes del arpa llenan mis espacios
Y regresan las imágenes
Es el momento

La Caracola duerme y presiente
San Marcos
Una proximidad acelera el latido
Cruz Grande
Un rumor de océano a lo lejos
Copala
La brisa trae su mensaje de sal
La Caracola

Y el aliento del mar nos da de lleno en el rostro
La Caracola respira
Niños de ojos marinos
Sonríen
Mujeres de piel salada
Se alegran
Muchachos de cuerpos recios
Celebran
La Áurea presencia

La Caracola despierta
Se viste de sensuales brisas
Agita su blancura
Saluda a la inmensidad
Y a tres almas
Conmovidas de belleza
Dan ganas de pintar
De escribir poesía
Dan ganas de creer en Dios
Provoca amar hasta quedar exhausto
Hasta la saciedad
Hasta olvidarlo todo
Dan ansias de soledad
Soledad de océano
Ese es el mundo de los recuerdos

Las ausencias resplandecen
Con el sol majestuoso
La tarde cede ante la luna plena
Detrás del pentagrama se hace un silencio
Silencio de crepitar de antorchas
No falta nada
Cuatro elementos
Un acorde de guitarra
Estrellas
Que ofrecen ilusión de permanencia
Un cielo que se repite por siglos
Por milenios
Y que no deja nunca de asombrar
Como el amor

La Caracola conspira
Con las almas escogidas que la habitan
Muestra su magia generosa
A quien es capaz de recibirla
De admirarla
De corresponderla
Sin preguntas
La Caracola precipita ilusiones
Rompe los puntos cardinales
Y el antojo de perderse
En un eterno misterio
 Sagrado
Como la tristeza

Inevitable adiós
La Caracola se recoge
En su concha nacarada
Esconde sus colores y sus brisas
Recobra el sueño
Agradecida
Mientras tres almas conmovidas
Emprenden el camino de regreso
Copala
Un suspiro de adiós
San Marcos
Un leve olor a sal
Colores de invierno
árboles de cobre
distancias
recuerdos
esperas
Volver… 




Leonor Henriquez
Caracas, 1996

EL PENTAGRAMA




2 comentarios:

  1. Gracias por estos recuerdos que compartes con tus versos.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Rafael. Espero estes bien en estos momentos tan dificiles, especialmente para Espana.
      Un abrazo grande

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