viernes, 8 de diciembre de 2023

ALEGRE DESPERTAR

 


La verdad me sentí rara al verme con mi nuevo atuendo deportivo y zapatos de correr, a las seis de la mañana, trotando por el parque.

Será que uno escucha tanto sobre la disciplina, los hábitos, el “fitness”, la nutrición y todos esos conceptos que en general ignoro olímpicamente, que finalmente convencieron a mi, muy reacio, subconsciente.


Hace poco, alguien me dijo que, a cierta edad, uno comienza a perder masa muscular y lo único efectivo para evitar esa pérdida es levantar pesas.


Eufórica, después de trotar, me paré en el gimnasio y me puse a hacer, si, increíble: pesas. El espejo me devolvía una imagen muy alentadora, fuerte y disciplinada, otra yo.


Regresé a casa como a las ocho de la mañana hambrienta así que, siguiendo todos esos consejos dietéticos que uno recibe a menudo en redes, me preparé eso que llaman un “desayuno sano”.


Ante mí, la imagen de una panqueca verde, de espinaca, por supuesto sin harina de verdad, ni huevos, rodeada por esa cosa que llaman tofu y rociada con una lluvia de semillas de origen desconocido, pero muy sanas, eso sí. Todo eso acompañado con un jugo de limón y té verde.


Mi rostro era pura satisfacción.


Justo en el momento en que iba a hincarle el diente a la super nutritiva panqueca, sonó el despertador.


Desperté sudando frio.


No había zapatos de trotar, ni pesas, ni panqueca verde con tofu por ninguna parte.


¡Que alivio! Todo había sido un sueño, más bien una pesadilla.


Me levanté con un apetito voraz.


Procedí a prepararme una arepa con mantequillita y dos huevos fritos con jamón. Todo eso acompañado con un café bien cargado, cremoso y dulcito junto a un pedazo de ponqué.


Esto sí que se llama un alegre despertar.

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    Me has hecho reír. Pero "bue", eso no quita que hay que mover el "body" jajaja
    Salud, amiga.

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