lunes, 25 de septiembre de 2023

LECCIÓN DE AJEDREZ



 

Mi hermano Rafael (QEPD) me enseñó a jugar ajedrez cuando yo tenía apenas unos seis años. Nunca se me olvidará que para darme un ejemplo de cómo se movían los peones, me dijo que tenía un amigo que apodaban “peón de ajedrez” porque caminaba derecho, pero comía de lado.


En fin, tenía toda una vida sin jugar, pero alguien cercano me pidió que, si podía enseñarle, y así lo hice.


Le expliqué lo básico, a colocar las piezas en el tablero y los movimientos de cada una. Le enfaticé que el juego consiste en lograr que el Rey del oponente no tenga escapatoria posible.


Hace poco, esta persona me dijo que ya estaba listo para una partida.


Nos sentamos frente a frente. Él eligió las blancas y claro, yo así de confiada, no tuve problema en que saliera primero.


Comenzó la batalla.

Yo en mi afán de educarlo, comencé a ofrecerle mis comentarios.

-   A ver, acuérdate que, en cada movimiento del oponente, tienes que evaluar a qué piezas te está amenazando y cuál es la intención.

Él escuchaba con atención sin decir palabra.

-    Tienes que abrirle espacio al alfil. No es conveniente que saques a la Reina prematuramente.

De vez en cuando escuchaba un débil: Umjaa…

-      Si sabes que vas a tener que retroceder, es preferible que no gastes un turno en eso.

-      Umjaa…

-      A las Torres tienes que tratar de dejarle espacio para que puedan apoyarse entre sí, porque así es que son poderosas.

Yo me asombraba de la capacidad de atención de mi oponente.

Entonces de repente, en medio de mi “perorata” escuché:

-      Jaque Mate, Nana.

-      ¿Cómo? - dije yo.

Efectivamente, mi Rey no tenía escapatoria.

Mi nieto Tomás de siete años, soltó una carcajada y me dijo:

-      Nana, tienes que hablar menos y prestar más atención.

La mejor lección de ajedrez y de vida que he recibido jamás.

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    Los alumnos suelen acaban ganando a los maestros. Que majo tu nieto.
    Un abrazo grande.

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    Respuestas
    1. Gracias Roland Jorge! S
      Asi es, el alumno superando a la maestra, que es mas bien malaza jajajaja
      Un abrazote!

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