domingo, 16 de julio de 2023

007

 


Corría el año 1999.

El caos de mi vida comenzaba a ordenarse.


Ya había superado un problema de salud, un divorcio, que nunca es agradable, aunque haya sido amistoso; varias mudanzas, cambios laborales y pare de contar.


Todo este preámbulo para cumplir con mi asignación de esta semana, la cual es relatar un evento que haya cambiado mi vida.


La compañía de ingeniería para la cual trabajaba se había ganado un megaproyecto, en consorcio con una empresa canadiense.


Yo tomé una decisión consciente y me dije: Bueno Leonor, concéntrate en tu trabajo y más nada.


En el proyecto había personas de muchas nacionalidades, venezolanos, canadienses, noruegos, franceses, británicos.


Éste en particular, era un señor alto, parecido a Sean Connery, con acento y expresión inescrutable.


Confieso que su presencia me intimidaba bastante.


Pero yo, concentrada en mi trabajo y nada más.


Un día, un cierto día de esos en que el universo conspira a nuestro favor, el señor inglés entró a mi oficina y me preguntó si quería acompañarlo a cenar, que estaba solo en Caracas, etc.


Yo le dije que sí claro, y quedamos para el día siguiente en el restaurant Ópera, en la Principal de la Castellana, 8pm.

Esa noche les dije a mi hijo e hija, de 12 y 10 años respectivamente, que tenía una cita para cenar con James Bond, el agente 007.


Creo que se impresionaron.


Nos encontramos, él ordenó un Gin-tonic (no Martini como el original Bond), yo un Buchanan con soda; cenamos, hablamos de lo humano y lo divino. Le dije que yo escribía cuentos de oficina, le conté algunos de los argumentos y dijo:

-      This is good stuff!

Lo demás es historia.

El señor inglés (Mr. “How are you”, como lo llamaba mi mamá) se convirtió en mi esposo y amor de mi vida.


Nos cambió la vida a mí y a mis hijos, gloriosamente.


Me dejó el amor más hondo y largo; no largo en términos del implacable Cronos; largo en el sentido de cosmos, de eternidad.


Lo extraño cada minuto de mi vida.


“Uno nunca se arrepiente de una extravagancia.”

Meen Fontijn

(In Memoriam)

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    Siempre tiene algo especial la primera cita, es un buen tema para escribir.
    Me encantó la frase de la extravagancia.
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias Roland! Era el lema de mi amado esposo, asi vivio, asi vivimos!
      Abrazote enorme

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