jueves, 24 de septiembre de 2020

INVITACIONES





 

Este año de pandemia he asistido a cinco eventos en total, 4 misas de difuntos y un cumpleaños.

Todos guardando las distancias y con el debido respeto a las medidas de seguridad.


No es que antes de la pandemia me llovían las invitaciones, todo lo contrario, creo que este año ha sido para mí bastante social.


Mi esposo y yo éramos felices lobos esteparios y después de su prematura partida, pues me convertí en la más solitaria “loba” de la estepa.


Pero, esta entrega de hoy en la cual me refiero a las “invitaciones” me fue inspirado por dos lecturas recientes. La primera, de Franz Kafka:


“No es preciso que salgas de tu casa. Quédate sentado y escucha. Ni siquiera escuches, espera solamente. Ni siquiera esperes, permanece silencioso y solo.  El mundo vendrá a ofrecérsete para que lo desenmascares. No puede hacer otra cosa.”


Y la segunda de una poeta norteamericana, Mary Oliver, un poema llamado Wild Geese (Gansos salvajes)


“Quienquiera que seas, no importa que tan sola,

El mundo se ofrece a tu imaginación

te llama con el graznido de los gansos salvajes…”


Ahora recibo invitaciones todos los días.


A veces incluso, sin salir de mi casa.


Me invita el sonido del viento, los amarillos otoñales que llenan de oro el rio, como aquellos limones lorquianos.


Me invitan los pelícanos, las águilas, las garzas azules, el pájaro carpintero.


Y hasta las arañas amarillas y las culebras.


Acepto todas las invitaciones.


Y acudo.


Hay fiesta en mi mundo a cada instante.


Los invitados conversan, comen, cantan, beben vino y bailan en el bosque encantado de mi imaginación.


El áspero graznido de los gansos salvajes le abre una grieta al cielo.


Desde la estepa más lejana, escucho el dulce aullido de un lobo plateado.


Y ya no estoy sola.




4 comentarios:

  1. La imaginación es y debe de ser muy fecunda.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Rafael, siempre presente con tu comentario.
      Un abrazo grande

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  2. y a mi vez, yo acudo al llamado del viento, y mientras rumiaba por mis blogs pasados de moda, escuché tu invitación clara. Un saludo a distancia.

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    1. Muchas gracias Beatriz por acudir al llamado del viento y al de mis humildes lineas. Que bueno verte por aquí de nuevo.
      Un abrazo grande!

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Tu comentario es siempre apreciado. Gracias!