lunes, 30 de mayo de 2016

EL VIAJE LUMINOSO - PARTE I


CAPITULO 9 (casi)

EL VIAJE LUMINOSO

Parte I

 
Una nota sostenida y lejana se escuchó en el Bosque Encantado.

Un llamado.

Diáfano y sencillo, como el sonido de una flauta de bambú.

Chispita despertó.

En breve, muchos otros arpegios comenzaron a mezclarse con singular armonía.

Trinos, silbidos, gorjeos, vientos.

El canto cristalino de la corriente.

El Bosque Encantado se convirtió en paisaje sonoro.

Chispita tenía sueño, pero el concierto de virtuosos, los pájaros, los búhos, las hojas, el rio,  era tan armónico y trémulo, que Chispita se sentó a  tararear y ser parte de ese maravilloso canto a la vida.

De pronto,  se presentó TocToc, su fiel amigo el Pájaro Carpintero, apurado e inquieto.

-      Vamos – le dijo – llegó el momento.

-      ¿Momento de qué? – pregunto Chispita.

-      Pues ¿de qué va a ser? – dijo Toc Toc – el momento de iniciar el Viaje Luminoso.

Chispita se asustó. La verdad estaba muy a gusto allí, disfrutando de los sonidos del bosque y no se le antojaba hacer ningún viaje.

-      Vamos -  dijo Toc Toc – te acompañaré hasta el Umbral, pero el último trayecto, tienes que hacerlo solo.

-      ¿Solo? – dijo Chispita con tristeza – pero yo no quiero a ir a ninguna parte sin mis amigos.

-       Vamos, no hay tiempo que perder –  dijo Toc Toc -  te están esperando.

TocToc tomó a Chispita de la mano y esta vez caminaron, (por el peso de Chispita),  por el esplendoroso Bosque Encantado, que de pronto se había convertido en una gran fiesta.

Los Duendes del bosque estaban allí, en el medio de un festín,  como se suelen celebrar las grandes ocasiones, escoltando el camino.

-Hasta la vista Chispita - gritaban con alegría, no solo los Duendes, sino las Hadas buenas, los ratoncitos San y Van, el Búho Cenizo – Hasta pronto, nos volveremos a encontrar…

Entonces, llegaron las  luciérnagas, presencias ancestrales y místicas que alumbrarían el camino de Chispita, no sólo en este viaje, sino  en el otro, el que apenas comenzaba.

En eso, Chispita dijo, inquieto:

-    Mi equipaje, olvidé mi equipaje… tenemos que regresar…Tengo que buscar mis maletas… mi morral… mi amuleto,  mis lentes de Sol…

-    Todo lo que necesitas ya lo llevas contigo – dijo TocToc.

-     Pero ¿dónde están mis maletas? – dijo Chispita.

-     Están aquí – dijo TocToc señalando su corazón -  tus maletas intangibles,  tu esencia…

Entre vítores, música y  buenos augurios, TocToc y Chispita, junto a las luciérnagas que revoloteaban sobre su cabeza, llegaron a un rio muy ancho.

A lo lejos se vislumbraba un puente muy brillante:
El Puente de Oro.

-    Aquí tenemos que despedirnos- dijo TocToc - pero no te preocupes amigo, no hay tristeza en este adiós - dijo, aunque tuvo que disimular una lagrimita - Nos volveremos a encontrar en un lugar más grande.

TocToc abrazó a Chispita y voló raudo y majestuoso, agitando su cola rojinegra.

De pronto, la música cesó.

Las luciérnagas le dieron la bendición a Chispita y regresaron a su propio firmamento… más allá.

En el bosque encantado reinó el silencio más sublime.

Una quietud solemne y plena.

Chispita se encontró, solo,  ante el Puente de Oro.

El verdadero Viaje Luminoso estaba por comenzar.

Esta Historia continuará…

The Golden Journey
 

PD: Disculpen queridos lectores,  pero tenía que compartir el suspenso que me consume en estos días  y en dos páginas me resultaría imposible describir la saga de Chispita en su Viaje Luminoso, así que  decidí que el ultimo Capitulo será en  dos entregas…

He aquí la primera.

Esta historia continuará…

miércoles, 4 de mayo de 2016

CHISPITA HACE EL EQUIPAJE


CAPITULO 8

CHISPITA HACE EL EQUIPAJE


El Viaje Luminoso era inminente y había que empacar.

Eso le había dicho su fiel amigo Toc Toc, el Pájaro Carpintero.

Pero, claro, había un problema. Chispita no sabía a donde iba, ni qué llevar.

-    Es un lugar resplandeciente – había dicho Toc Toc –  lleno de brillos y de gran belleza.

-      La playa - pensó Chispita - seguro que es la playa.

Chispita  tomó papel y lápiz y se puso a hacer la lista para ir a la playa.

-    Lentes del Sol – para el resplandor, eso es lo principal  pensó Chispita  – traje de baño,  cepillo de dientes, bronceador, tobo, pala,  para jugar en la arena y hacer castillos – pensó Chispita

La lista se hacía cada vez más larga.

-      Sandalias, piña colada…

Chispita ya se imaginaba, en la Playa, disfrutando del Sol, con sus anteojos.

Y cuando ya se disponía a hacer el equipaje, Chispita se dio cuenta que no tenía nada de lo que estaba en su lista.

Las lágrimas comenzaban a salir cuando  de repente, detrás de su almohada, se asomó un ratoncito.  Más atrás, una ratoncita.

-      Hola – dijeron, estirándose -  somos San y Van, Agentes de Viaje. Te ayudaremos con todos los trámites – dijeron, mirando el itinerario – Por ahora hay que ir de compras ¡ya!

Atravesaron fuentes de rocío, túneles de niebla, escaleras llenas de secretos, hasta que llegaron a la TIENDA DEL CONOCIMIENTO, como  bien decía un destartalado letrero.

Chispita comenzó a inquietarse.

En esa tienda seguro que no vendían lentes de Sol, ni traje de baño…

Y efectivamente.

San y Van, llenaron no una sino dos maletas intangibles, con sabiduría y conocimiento. También  mucha fe,  pero ni rastro de lo necesario en la lista de Chispita.

Chispita, siempre educado,  agradeció a San y Van,  contento pero un tanto preocupado.

-      ¿Cómo iba a realizar el Viaje Luminoso sin anteojos de Sol?

San y Van desaparecieron por la rendija de la almohada, y del tiempo.

Chispita se acostó a dormir, cuando sintió un crujido debajo del colchón.

Allí estaban.

Chispita  se durmió  feliz, con sus anteojos de Sol puestos y una nota amorosa que decía:

¡Feliz Viaje! ¡Siempre te acompañaremos!

Para eso estamos los Padrinos…

San y Van/ Agentes de Viaje

 

PS: Modesto homenaje a los padrinos  de Tomás Eduardo, Santiago y Vanessa,  a pocas semanas del Capítulo Final de las Aventuras de Chispita: El Viaje Luminoso.