Me puse los
guantes y preparé mi quirófano particular.
Iba a realizar
mi primer trasplante.
Trasplantar
significa trasladar un “órgano”, desde el lugar donde está arraigado y asentarlo
en otro sitio más sano, con más probabilidades de crecer y vivir.
En mi caso, el
receptor era amplio y su sustento nutritivo.
Con mucho
cuidado y hablándole con dulzura, como si se tratase de una cirugía de corazón
abierto, tomé su frágil verdor en mis manos y lo coloqué en el pecho de su
nuevo hogar.
Una maceta
llena de sol.
Regué mi
plantita, me quité mis guantes de jardinería y recé para que el trasplante
fuese exitoso.
Sequé el sudor
de mi frente con una súbita reflexión.
Esa matita soy
yo.
Y como yo,
tantos quienes dejamos nuestro país, nuestro arraigo, por las razones que sean,
para sembrarnos en nuevos continentes.
En mi
experiencia particular, siento que me han regado y alimentado con amor y generosidad.
Aquí en Canadá, se han asentado mis raíces y han crecido mis ramas.
Esos brazos
espirituales que nos permiten tocar a los amigos, hermanos, familia regada por
el mundo, en un abrazo verde y frondoso.
No sé nada de
medicina ni de jardinería (aunque me he nutrido con los consejos de nuestra
compañera Lucy Gómez) pero espero que mi matita trasplantada floree de nuevo.
En ese otro, mi
“trasplante” de alma casi, puedo decir que, aunque mi raíz siempre estará un
poco adolorida, las nuevas ramas, decididas y fuertes, esas que saludan al
cielo, dan cobijo a las aves y hacen silbar al viento, me sustentan…
Hola Natalia.
ResponderBorrarBuena metáfora. Todos nos trasplantamos en algún momento de la vida. A veces a una maceta más grande otra a más chica, pero esperemos que siempre mejor.
Un cálido abrazo, aquí en Noviembre está siendo "demasiado" suave.
Hola Jorge Roland
BorrarOtro abrazo grande y apretado para ti. Aqui noviembre ha sido increiblemente suave. Dedos cruzados!!!
Lo sé, la extranjeridad es uno de los transplantes más radicales, por lo menos en experiencia, toma años la adaptación, pero al final, la fortaleza que va inspirando tu raíz, da frutos abundantes en el nuevo suelo. Saludos desde mi extranjeridad.
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario Beatriz.
BorrarUn abrazote