Capítulo
7 ( o mes 7)
Chispita
va al Cine
Después de un día lluvioso, nada mejor que ver una
película.
Eso pensó Chispita.
Pero, por supuesto,
en el Bosque Encantado no había cine, ni tampoco televisión, mucho menos
internet.
Y así, como si le hubiesen leído el
pensamiento, se apareció Toc Toc, su
fiel amigo el Pájaro carpintero, llevando en su pico dos enormes bolsas de
cotufas y refrescos.
-
Vamos – dijo Toc Toc – la función comienza a
las dos de la tarde y ya estamos tarde.
-
¿Función? – pregunto Chispita – ¿Y eso qué
es?
-
”La
Fiesta de las Hadas”, así se llama la película – dijo Toc Toc – vamos, móntate
en mis alas, no podemos llegar tarde.
Chispita se montó en
su taxi particular, Toc Toc, pero este apenas ya podía con el peso. Chispita
había crecido mucho.
A duras penas, por
fin llegaron al cine.
-
Pero aquí no hay taquilla, ni sala, ni
película - dijo Chispita – solamente hay dos piedras.
-
No te preocupes y siéntate – dijo Toc Toc – y
le extendió su refresco y cotufas - Ahora,
sólo tienes que cerrar los ojos, la película va a empezar.
-
Pero si cierro los ojos no podré ver nada–
dijo Chispita con la boca llena de cotufas.
-
Al
contrario, con los ojos cerrados se ve todo más claramente – dijo Toc Toc.
Chispita
cerró los ojos e inmediatamente, las imágenes comenzaron a formarse allí en su
frente, como si de una gran pantalla se tratase.
Le
pareció ver otro bosque encantado, un poco diferente al que él conocía, pero donde igual había
flores, mariposas, globos, muchos dulces, suspiros, coquitos, pastel de chocolate, marquesa
de melocotón, frutas, regalos, juegos y mucha algarabía.
Un
lugar ruidoso y feliz.
Dentro
del ruido y las imágenes borrosas, pues la señal no era tan buena, Chispita
pudo distinguir una voz, una presencia, una mirada, una sonrisa, dulce e
ilusionada.
En
las imágenes de la película, entre el bullicio de la fiesta, allí estaba ella, bella y sonriente, la más linda de las hadas:
Su
mama.