- Tenemos
"una problema" – dijo mi esposo, el inglés (ya ustedes lo conocen)
Yo reaccioné
desproporcionadamente.
- ¿Qué
pasa?
- ¿Dónde
te duele?
- Tranquilo. ¡Llamo a 911 ya!
Cuando
ya tenía el teléfono dispuesto, él dice con su mejor cara de “cup of tea” como yo la llamo:
-
The
tonic water is flat!
Yo
sigo, como si me hubiese dicho que le está dando algo:
- Relax! Breath! Everything will be Ok.
- Tenemos
"una problema" – repite.
- Si,
pero no te preocupes…la ambulancia ya viene en camino
-
Tonic
water is flat! – repitió impaciente.
Entonces
caí en cual era “la problema”.
Al
agua tónica, ingrediente indispensable para el Gin&Tonic, o “sundowner” (
trago de cuando se oculta el sol, que ya no aplica pues el sol se oculta a las
cuatro de la tarde en invierno y el bar de la casa se abre a las 7pm) no tenía
gas.
El
aguakina, como se llama en Venezuela, no tenía burbujitas.
Ese
era “la problema”.
Como
yo lo quiero tanto, no lo maté en el momento.
Creo
que iba a llamar a la ambulancia, pero para mí.
- No
worries – dije intentando sonar dulce – en la despensa there is a new one ( así
hablamos nosotros, ESpanglish)
Y
así fue. "La problema" estaba resuelto
Mi
esposo regresó de la despensa con cara de felicidad y destapó la nueva botella
de tonic water, que salió disparada como una fuente burbujeante de vida.
Entonces, para variar,
mi reflexión.
Como
que la vida es una efervescencia.
El
pasado es agua tónica estancada,
sin energía.
Hay
que conservar las burbujas frescas y activas, y tenerlas siempre a mano.
Si
no, tenemos “una problema”.
Esa
noche, los dos brindamos felices, como
dos almas burbujeantes de vida.