EL PÁJARO AZUL
Ayer se detuvo
en mi jardín un pájaro azul.
Y cuando esto
sucede, lo tomo como un anuncio de buenos augurios.
Mi hija Leonor,
Natalia mi nieta de un año y yo, corrimos a la ventana a admirarlo.
En toda su elegancia
y majestad, el arrendajo azul, un Blue Jay canadiense, se detuvo a beber agua
de la fuente, mientras las tres lo mirábamos, extasiadas.
En ese breve
momento contemplativo, cruzó por mi mente la leyenda del Pájaro Azul.
Para quienes no la conozcan se las resumo:
Érase una vez
un marajá que vivía en un suntuoso palacio, rodeado de lujos y bellezas. Sin
embargo, el marajá se encontraba triste e insatisfecho, como si le faltara
algo.
Un día llegó a
palacio un sabio, quien le habló al marajá de la existencia del Pájaro Azul. Un
ave que daría la felicidad a quien la encontrara.
El marajá
vendió todos sus palacios, elefantes y lujos y se fue por el mundo a buscar el Pájaro
Azul.
Pasaron los años
y el marajá se hizo anciano sin haber encontrado al elusivo azulejo.
Cansado y
derrotado, regresó a su ciudad.
Los nuevos propietarios de su palacio lo recibieron con hospitalidad y le ofrecieron alojamiento en una humilde habitación en el sótano.
Aquella noche,
el anciano escuchó un dulce trinar.
Allí estaba, resplandeciente,
el añorado Pájaro Azul.
Siempre había estado
allí.
No había que ir
tan lejos para encontrarlo.
Como la felicidad.
Cuando regresé
de mi ensoñación, el Pájaro Azul voló, frente a nuestros ojos.
Majestuosamente.
¡Cuánta inspiración te deja ese "pájaro azul"!
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias Rafael, siempre amable, siempre presente.
BorrarUn abrazo grande