El inquilino vive en el pent-house.
Una manera más
elegante de decir la azotea (techada y con calefacción, para más señas)
Estas últimas
semanas he tenido que lidiar con él y su exagerada racionalidad.
Cuestiones
prácticas, mantenimiento, alineación, retoques aquí y allá. Todo tiene que ser
perfecto.
Mi asesor
inmobiliario se llama Ezra Maloso, no es broma, yo siempre me reconforto
diciéndome, bueno, “Ezra” Maloso, pero después se compuso.
En fin, Ezra me
aconseja que debo arrendar mi propiedad a un mejor inquilino, el que habita
unos pisos más abajo.
Ezra me conoce
bien y yo le tengo confianza.
Cuando mi inquilino
de arriba comienza a contradecirme, a imponer su racionalidad, Ezra, como si
fuera mi conciencia, me dice: ¡Cámbialo ya!
La verdad, el inquilino
de la azotea limita mi imaginación, constriñe mi potencial clarividencia, acaba
con mi intuición, cancela la magia. Decidí
hacérselo saber por escrito y de la manera más delicada.
Estimado
inquilino,
Siento mucho tener
que decirle que se tiene que mudar de mi azotea, a más tardar ¡ya!
La mente no
siempre tiene la razón.
Cordialmente,
Leonor
Sí, creo que ya
está claro.
El “inquilino”
de arriba es esa vocecita irritante e hiper- lógica que habita en mi azotea,
léase cabeza, y que a veces pretende cuadricularme.
Voy a seguir los
consejos de Maloso y a quedarme con el otro inquilino, ese que vive cálidamente
en mi pecho, en un departamento espacioso, con paredes hechas de horizonte y de
viento.
Ese que me
invita a volar todos los días, aunque me estrelle.
PD: El personaje de Ezra Maloso fue inspirado por
la propaganda de una agencia inmobiliaria que veo a diario y me causa risa. Sentí
la tentación de invitarlo a mi crónica, modificando un poco su apellido.
En verdad es un "inquilino" especial. Gracias por tu relato.
ResponderBorrarUn abrazo.