Destapé el
frasco de mermelada de naranja dispuesta a disfrutarla con las tostadas de mi
desayuno.
Entonces, un
pensamiento peregrino voló por mi cabeza.
Aquel misterioso diálogo entre Alicia y la Reina, en el clásico de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas.
- Es una
mermelada muy buena. – dijo la Reina.
- Bueno de todos
modos no me apetece. – dijo Alicia.
- Hoy no la tendrías,
aunque quisieras. – dijo la Reina – La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana...
pero no hoy.
Confundida, miré de nuevo mi reluciente frasco y me
poseyó una duda existencial, como si hubiese tropezado en la misma la
madriguera donde se cayó Alicia.
- ¿Será que “hoy”
a mí tampoco me apetece desayunar con mermelada?
Cerré el frasco y decidí tomarme mi café con un pedazo de torta de zanahoria mientras desempolvaba de mi biblioteca las obras completas de Lewis Carroll.
Fue un desayuno
inusualmente estimulante y substancioso, debo decir.
Pasé el día flotando entre espejos, conejos, gato Cheshire, Reina de corazones, langostas, orugas, tortugas, “mad tea parties”.
Cayó la tarde
dejando en el cielo, nubes con formas de leones y unicornios.
El momento perfecto
para el “sundowner”, el trago de cuando cae el sol.
Busqué la
botella de vino, y cuando la destapé, otra vez, el ave fugaz de la mermelada imposible
cruzó por mi cabeza.
Esta vez,
decidí combatir esa amenaza de promesa incumplida de, “hoy no, mañana…”, con
algo con lo cual nos educan al nacer. Aquella máxima de, no dejes para mañana
lo que puedes hacer hoy.
Me serví mi
copa de vino blanco con la sensación de promesa honrada.
En esta casa la
regla es: se toma hoy; no ayer, ni mañana.
El primer sorbo
me supo a presente glorioso, aquí en Canadá, mi país de las maravillas.
“Mañana”, que
ya será “hoy” y no “ayer”, desayunaré tostadas con mantequilla y mermelada
mágica.
Por ahora ¡Salud!
Rico desayuno...
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias Rafael, si, muy nutritivo jaja
BorrarUn abrazo!
Hola Natalia.
ResponderBorrarQue inspirador y lleno de fantasía están los libros de Alicia, y cuanto estimulan la imaginación.
Yo me quedé más con aquello de... "¡Que le corten la cabeza!" jajaja
Un abrazote para ayer, mañana ¡Y también hoy!
Salud.
Gracias Jorge Roland. Te aprecio ayer, manana y hoy tambien. (va sin acentos ni n~)
BorrarAbrazote