Corría
el año 1999.
El caos de mi vida
comenzaba a ordenarse.
Ya había superado un problema
de salud, un divorcio, que nunca es agradable, aunque haya sido amistoso; varias
mudanzas, cambios laborales y pare de contar.
Todo este preámbulo para cumplir
con mi asignación de esta semana, la cual es relatar un evento que haya
cambiado mi vida.
La compañía de ingeniería
para la cual trabajaba se había ganado un megaproyecto, en consorcio con una
empresa canadiense.
Yo tomé una decisión
consciente y me dije: Bueno Leonor, concéntrate en tu trabajo y más nada.
En el proyecto había
personas de muchas nacionalidades, venezolanos, canadienses, noruegos, franceses,
británicos.
Éste en particular, era un
señor alto, parecido a Sean Connery, con acento y expresión inescrutable.
Confieso que su presencia
me intimidaba bastante.
Pero yo, concentrada en mi
trabajo y nada más.
Un día, un cierto día de
esos en que el universo conspira a nuestro favor, el señor inglés entró a mi
oficina y me preguntó si quería acompañarlo a cenar, que estaba solo en Caracas,
etc.
Yo le dije que sí claro, y
quedamos para el día siguiente en el restaurant Ópera, en la Principal de la
Castellana, 8pm.
Esa noche les dije a mi
hijo e hija, de 12 y 10 años respectivamente, que tenía una cita para cenar con
James Bond, el agente 007.
Creo que se impresionaron.
Nos encontramos, él ordenó un Gin-tonic (no Martini como
el original Bond), yo un Buchanan con soda; cenamos, hablamos de lo humano y lo
divino. Le dije que yo escribía cuentos de oficina, le conté algunos de los
argumentos y dijo:
- This is good stuff!
Lo
demás es historia.
El señor inglés (Mr. “How
are you”, como lo llamaba mi mamá) se convirtió en mi esposo y amor de mi vida.
Nos cambió la vida a mí y
a mis hijos, gloriosamente.
Me dejó el amor más hondo
y largo; no largo en términos del implacable Cronos; largo en el sentido de
cosmos, de eternidad.
Lo extraño cada minuto de
mi vida.
“Uno
nunca se arrepiente de una extravagancia.”
Meen
Fontijn
(In
Memoriam)
Hola Natalia.
ResponderBorrarSiempre tiene algo especial la primera cita, es un buen tema para escribir.
Me encantó la frase de la extravagancia.
Un abrazo
Gracias Roland! Era el lema de mi amado esposo, asi vivio, asi vivimos!
BorrarAbrazote enorme