Mi sobrina, quien vive en Vilassar de Mar, cerca
de Barcelona, España, estuvo de visita en mi casa, en la ocasión del bautizo de
Natalia.
Es la madrina de mi saquito de azúcar.
Vino por muy corto tiempo, como una exhalación
pues…
Muy temprano en la mañana, producto del jetlag,
me la encontraba sentada en una esquinita de mi casa, con un café, mirando por
la ventana.
Plácida, sin celular, desconectada de su
trabajo (trabaja mucho) y del mundo, disfrutando del olvidado placer de la
contemplación.
Ella misma se sorprendió del encanto de esa
pausa silenciosa.
Desde mi ventana se ve el cielo, el verdor,
pero también, desde mi ventana mágica, se admiran las aves más sublimes, los
pensamientos…
Ana me dijo: “!Qué maravilla! ¿quién tiene hoy
tiempo de mirar por la ventana?”
Es el mal de nuestros días creo.
Todo el mundo anda “estresado” y “muy ocupado”.
Incluso yo misma, ahora que no soy esclava del
mundo corporativo, igual cargo todos los días con mi “morral de angustias”.
Mi
esposo me decía: “you always find something to worry about, lovely one”.
Y eso no ha cambiado, quiero decir su
presencia y mis angustias, más bien, ambas se han exacerbado.
Estoy clara que eso que llaman “stress” es una
carga auto impuesta.
Pero es inevitable, como buen “Buey” que soy, según
el horóscopo chino, cada mañana, al abrir los ojos, me pongo mi pesado “morral
de angustias”.
A veces el cansancio de cargar con ese saco de
piedras a mi espalda, me distrae del sencillo placer de mirar por la ventana.
Ana me lo recordó. Mirar por la ventana es una
buena manera de liberarse de esa odiosa carga.
No sólo sirve para respirar y observar la
vista bucólica de afuera, sino más bien para conocer o reconocer otra vista, los Pensamientos (también flores de mi jardín), y otro paisaje, el interior.
Ese que cambia día a día, en cada recodo del
camino.
Ese que hay que “alivianar”, mientras se
pueda.
Bien decía Carl Jung palabras más o menos: “el
que mira hacia afuera sueña, pero el que mira hacia dentro, despierta…”
Y mientras escribo estas líneas, una bandada
de pensamientos, pelícanos, blancos, elegantes, enormes, soberbios en su vuelo, pasan por mi ventana.
Gracias Ana y vuelve pronto…
Y cada dia mira por la ventana, aun siendo el mismo paisaje se ven cosas diferentes y es que la imaginación es un lujo que no debemos apartar. Abrazos
ResponderBorrarHola Ester, si, el paisaje es distinto cada momento.
BorrarUn abrazo grande, gracias por siempre estar presente en mis humildes letras.
Es bonito mirar por la ventana y ver todo eso...
ResponderBorrarUn abrazo.
Y a cantidad de cosas que tu ves por tu ventana como poeta!
BorrarGracias por tu presencia , un abrazo grande
Que hermoso y sabias letras mi querida Natalia!! Un Abrazo.
ResponderBorrarGracias !!!
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