Hoy amanecí arropada.
Anoté esa frase en uno de los múltiples
cuadernos que tengo por ahí regados.
Como dijo una vez García Márquez, palabras más
o menos, cuando se pierde la memoria, uno se hace de una de papel.
Probablemente esa frase era una clave de algún
“momento mágico” que estaba por escribir y que quizás quedó perdido en una
burbuja, flotando en el desorden del tiempo.
Y esto me recordó un libro maravilloso que acabo
de leer que se llama “El Orden del Tiempo”,de Carlo Rovelli, donde uno queda deliciosamente
confundido, flotando en los vapores de la ciencia, la poesía, la música y la filosofía.
Aristóteles, Newton, Einstein, Rilke, Proust, Schumann…
Volviendo al tema.
Parece una frase obvia. Hoy amanecí
arropada.
Casi tan obvia como cuando a uno le preguntan “¿Cómo
amaneciste?” Y uno responde literalmente: “Estaba dormida y me desperté, arropada.”
Y esto me recordó una canción
de José Sevillano, Dolor Llanero, un trabalenguas que me encanta (se las dejo al final)
Disculpen mi déficit de atención, me distraigo
fácilmente.
Cuando leí esta frase en mi cuaderno viejo, deseé
desesperadamente volver a amanecer arropada, pero con la misma cobija vieja, mullida
y cálida de mi vida anterior.
Pero no se puede.
Por muchos meses amanecí durmiendo a la intemperie.
Sin nada.
El dolor lo despoja a uno de todo.
El dolor es el alma desnuda.
Pero también se encuentra uno otras mantas en
el camino, hechas de parches, como esas que aquí llaman quilts.
Es la que me arropa ahora.
Y así amanezco.
Entre pedazos de eternidad, recuerdos y poesía.
Risas de niño y cariños.
Cubierta de besos, eventos cósmicos que
conforman mi vida. (lo aprendí del libro que antes mencionaba “El Orden del
Tiempo”. Hay que leer el concepto, lo dejo al final)
Abro los ojos en la mañana confortada por todo
ese otro amor que me rodea, incluido el de la ausencia.
Un amor eterno habita en la ausencia.
Después del frío, recuperé mi mantita, es otra,
pero igual, cálida, mullida y cubre mis noches taciturnas.
Hoy amanecí arropada.
PD 1: Del libro “The Order of Time”, un libro
que pareciera de ciencia, pero es más de poesía. Ese lugar donde se cruzan tiempo
y eternidad, como leí en alguna parte.
Cito este extracto, disculpen la cita en inglés,
porque no quiero traducirlo y que pierda fuerza:
“The world in not a collection of things. It is a collection of
events. The difference between things and events is that things persist in
time; events have a limited duration. A stone is a prototypical “thing”: we can
ask ourselves where it will be tomorrow. Conversely, a kiss is an “event”. It
makes no sense to ask where the kiss will be tomorrow. The world is made up of
networks of kisses, not of stones.”
PD2: Un poco de música venezolana, mi
favorita, para quedar con un sabor más terrenal, de lo sublime a lo profano, un parche más de mi cobija. https://www.youtube.com/watch?v=g5rkWpF6Cxg
La cobija que abriga el alma es la que a veces se cae al suelo, nos quedan los libros, la música y muchas cosas que debemos reconocer que están. Un abrazo
ResponderBorrarMuy cierto Ester. Gracias!
BorrarAbrazo grande.
Hola Natalia Leonor.
ResponderBorrarEs bueno amanecer arropado, aún con parches. Diré más... Es bueno amanecer jjjj
Abrazote :)
Gracias Jorge Roland. Totalmente, es bueno amanecer.
BorrarUn abrazotee
(PD: el perrito todavía me tiene triste....)
Sentir siempre esa manta es lo importante...
ResponderBorrarUn abrazo.
Así es Rafael. Gracias por leerme.
BorrarUn abrazo grande.