Aquí en Calgary, durante nuestros largos inviernos, uno
no le pide a San Isidro Labrador que quite el agua y ponga el sol.
Uno le pide a
San Chinook, que se coma la nieve.
Yo también de
paso le pido a Santa Aída, para que me libre de las caídas, pero eso es un
invento mío.
Explico.
Chinook es una
palabra que proviene de nuestras Primeras Naciones, los Blackfoot o
Chehalis (Tsinúk), y se refiere a unos vientos llamados “devoradores de
la nieve” o “snow eaters”.
Es un fenómeno meteorológico
que se produce en la costa Oeste de Norteamérica. En el caso de Canadá, es un
viento cálido y seco que sopla sobre las Montañas Rocosas (Rocky Mountains) y
desciende a través de sus colinas en el invierno, formando un arco milagroso en
el horizonte que calienta nuestra ciudad (las temperaturas suben de -35°C a +15°C)
y nuestros corazones.
Esta es la
explicación científica.
Me gustó mucho
más la versión ofrecida por un Ensamble de Cuerdas.
Cerré los ojos
y pude ver una nota larga y azul que me recordaba el cielo. Arpegios de mar
golpeando la costa del Pacífico.
Pizzicattos semejando el viento fermentándose en las
colinas, para después escalar con golpes de arco los vertiginosos acantilados.
Las notas
diáfanas de los bajos y contrabajos, acariciando las espigas de las praderas.
Después, el
milagro, el alegro maestoso que produce un arco masivo sobre la diadema,
esa corona de platino que adorna el horizonte de nuestra ciudad.
Con los últimos
acordes, pude sentir la brisa cálida del Chinook sobre mi piel y mi alma.
Abrí los ojos.
Los aplausos y
ovación de pie, no se hicieron esperar para agradecer esta magnífica pieza
musical, Chinook, de Donovan Seidle, joven compositor, violinista y
arreglista de nuestra bella ciudad.
Aunque ahora
estamos en el verano, cuando regrese el gélido invierno a nuestras praderas,
después de este deleite musical, le tendré mucha más devoción a San Chinook, y
también le pediré, como hago siempre, a San Pascual Bailón, para que no me
falle la calefacción.
Hola Natalia
ResponderBorrarjajaja A mi me hace gracia un dicho que va de santos, aunque no rima: "Para bajar, todos los santos ayudan"
Un abrazo grande y cálido.
Jajajajaja
BorrarGracias querido amigo Roland!
Abrazote