Octubre llega con vientos fríos, remolinos de hojas doradas.
Melancolías.
Por esa misma razón es un mes de gran
belleza.
Mes de recuerdos, aniversarios, mi mama.
¡Cuánto la extraño!
¡Cuánto la extraño!
Sobre eso de ser mama, es sólo ahora que
soy abuela, que entiendo en su verdadera magnificencia, la dimensión infinita y sublime de la
maternidad.
Ser abuela, es convertirse en testigo de excepción,
de la entrega infatigable y del amor que rebasa de una madre.
Algo que uno no puede valorar tan
poderosamente, cuando se es hija y menos aún cuando uno está en la agotadora tarea
de ser mama a tiempo completo.
Es esta una reflexión al margen, en el
mes que recuerdo y siento con más intensidad que de costumbre, la falta de mi
maravillosa, incansable y divertida madre.
En fin, retomando el hilo del viento y la
melancolía.
En este octubre me siento como una más de
esas hojitas amarillas que vuelan al garete en remolinos de viento o de tiempo.
Algún día, espero caer en una corriente
cristalina y dorada, que me lleve hasta ti, amor.
Ya son casi once meses…
Algunos dicen que el tiempo ayuda.
Se equivocan.
Hola Natalia.
ResponderBorrarPrimero... discrepo con lo del tiempo. Está claro que hay heridas que parecen no cicatrizar, pero yo creo que nos ofrece (el tiempo) la oportunidad de asimilar y de abrirse al futuro. Lo segundo... No te veo como abuela, tu interior es bonito y joven.
Un abrazo muy grande.
Ohhh Jorge Roland!!! Madrugaste hoy. Adoro tus discrepancias! Gracias! Lo del tiempo, lo digo porque en verdad, pareciera que ya paso un ano y todo deberia ser mas facil y la verdad no tanto... Pero me encanta que veas en mi interior a alguien bonito y joven. Creo que el alma de nina si que la tengo todavia, aunque sea abuela. Gracias por ser mi amigo, te aprecio mucho!!!
ResponderBorrarUn abrazototote!
La muerte no se supera, se abraza y el tiempo no ayuda, pero necesitamos pensarlo para seguir, acaso si ayuda la tribu, la familia, el alboroto. Un enorme abrazo
ResponderBorrarCOmo siempre Ester, con cuanta sabiduria hablas. Ayuda el gesto amable, por pequeno que sea, la compania. El tiempo para mi se quedo en sus pupilas llenas de infinito.
BorrarAyudan tus comentario que siempre recibo con mi primer cafe de la manana.
Un abrazo fuerte
El otoño es el tiempo de la nostalgia y los recuerdos, sin duda, y si son recientes...
ResponderBorrarUn abrazo y feliz día.
Gracias Rafael, asi es, como el Otono alborota las nostalgias...
BorrarUn fuerte y granabrazo
Siempre estarán con nosotros, sólo se han ido físicamente.
ResponderBorrarUn gusto visitarte.
Cariños.
Gracias Adriana, un gusto para mi tu visita. Lo que dices es muy cierto, asi lo creo.
BorrarUn abrazo grande
Vivir en la nostalgia no es bueno, pero abrazarla, de vez en cuando, puede ser hasta una inigualable terapia, amiga mía. Así lo pienso
ResponderBorrarUn abrazo, Natali
Fina
Hola Fina, tienes mucha razon, no es bueno vivir en el dolor de lo perdido, mas si honrar esas nostalgias.
BorrarGracias por tu visita, parece mentira cunato ayuda recibir estas presencias siempre sabias y amables, como la tuya en mi blog.
Un abrazo grande!