Por allí, en un rincón se
encontraba Picasso.
Más allá Gaudí, en la barra,
junto a un poeta muerto.
Otro artista, dándole los
toques finales a un guion.
Así, en el bullicio de la
hora de almuerzo, en un lugar donde el tiempo se empoza en la penumbra del bar,
me comí un pedazo de pan mojado en
infancia y bebí del vino aromático, bondadoso y honesto de los recuerdos.
Allí estaban ellas, las tres
Marías, belleza plena y sonrisas intactas.
Nada hay más atemporal que la
sonrisa.
El triple abrazo me supo a
uniforme de colegio, morado, a recreo, a cantina, a clase de matemática y
examen de castellano, a laboratorio, a fiesta, baile, paseo.
También olor a camino
andado.
Maternidad, despedidas, entrega.
Trabajo infatigable, batallas
ganadas y perdidas, alegrías, tristezas,
sin rastro de rencor.
María Cristina, María
Auxiliadora, María Eugenia.
Nos abrazamos entrañablemente
y seguimos.
Picasso y Gaudí se
levantaron de la mesa y se perdieron por un callejón lleno de arte e historia.
El azar me regaló este
encuentro con la amistad, una tarde de ocio en Barcelona.
PD:
Este encuentro con mis amigas del colegio a quienes no veía desde hace veinte o
treinta años (llega el momento en que uno pierde la cuenta), sucedió en septiembre de este año, en el
restaurant Quatre Gats de Barcelona. Realmente un “momento mágico”, pues nuestras
vidas transcurren en Inglaterra, Suecia, Brasil y Canadá, así que la
probabilidad de encontrarnos en la vida era ínfima. Tardé un poco en escribirlo,
pero creo que fue un momento, aunque breve, muy especial, emotivo y simbólico y es este mi
pequeño homenaje para recordarlo. Y de paso mi amiga María Cristina y su esposo
Martin, manejaron muchos kilómetros para compartir un día con nosotros en
Liverpool, donde estaba junto a mi
esposo de visita. Gracias MC, nadie hace
eso por mí! , así que de verdad, espero un día poder retribuirles la atención.
Bonito encuentro.
ResponderBorrarUn abrazo.
Si y ademas en tu tierra, mejor marco para este encuentro imposible!
BorrarUn abrazo grande
¡Hola Natalia!
ResponderBorrarEn verdad un encuentro mágico. De casualidades está llena la vida y si son buenas hay que disfrutarlas.
Un abrazote :)
Graciads Roland! Y tu como estas?
BorrarCuentanos con uno de tus maravillosos escritos! Un abrazote!